Todos y cada uno de los eventos programados en la C. Valenciana desde marzo han sido reprogramados, cancelados o adaptados a las nuevas circunstancias. Es el caso de la Feria del Dulce, Turrones y Peladillas de Casinos, una cita ineludible en el calendario valenciano y que se mantiene vigente aunque con algún cambio: la feria se ha extendido durante todos los fines de semana de noviembre y diciembre en las propias tiendas de turrones y se ha implementado el comercio online para evitar aglomeraciones.

Se ha conseguido. Este fin de semana deberían congregarse en esta localidad de Camp de Túria unas 25.000 personas (datos de Policía Local referidos a 2019), pero no será así, ya que este año, como explica el alcalde, Miguel Navarré, todas ellas se están repartiendo entre los fines de semana de ambos meses de forma escalonada. «En las puertas se hacen colas y está todo dispuesto con entradas y salidas de las tiendas. El recinto ferial no se ha abierto, si no que los artesanos venden sus productos desde en sus comercios. Se ha adecuado la Avenida de València, donde se congregan las tiendas, y se hacen degustaciones en las puertas», explica Navarré.

Pablo Murgui, presidente de la Asociación de Turroneros y propietario de Turrones y Peladillas Casinos, reconoce que pese a que las ventas «no son comparables a la feria, estamos contentos porque no sabíamos cómo iba a reaccionar el público este año». Además, también sostiene que la venta online ha funcionado «muy bien», como también apunta Salva Jorge, de Turrones Apolonia, a quien le han entrado pedidos «desde Madrid y Bilbao». Jorge apunta a las ventas se han anticipado «por si acaso llega un momento en que no pueden venir» debido a las posibles restricciones en caso de empeorar los datos de la pandemia. Por último, Pascual, de Peladillas y Turrones Navarro, reconoce que «conforme está todo, nosotros no estamos mal, aunque obviamente hay que olvidarse de lo que suponía la feria».

El alcalde explica que pese a las nuevas circunstancias, hay un sector que sí se ha beneficiado: la hostelería. Los visitantes que llegan al pueblo se están quedando a comer, ya que la venta de turrones no se produce en el recinto ferial.