«¿Pero dónde va toda esa gente caminando y mirando el móvil?». Es la pregunta que se hacen muchos vecinos de Picanya que han visto como en unos meses las calles y zonas verdes vacías habitualmente por la tarde se llenaban de adolescentes andando. La explicación tiene nombre y apellidos: Xiroi Pastor. Es el nuevo profesor de Educación Física del IES Enric Valor y está consiguiendo acabar con el sedentarismo infantil y juvenil gracias a la adaptación al mundo escolar de una aplicación para teléfono móvil que suelen utilizar deportistas profesionales llamada Strava.

«Llevaba rondando en mi cabeza bastante tiempo la idea de cómo usar los dispositivos móviles que tienen enganchados a los adolescentes con fines educativos, además de cumplir con las recomendaciones de la OMS, y conseguir la tercera hora de actividad física fuera del colegio», explica Xiroi, refiriéndose a que la Organización Mundial de la Salud recomienda a los niños y adolescentes de entre 5 y 17 años realizar al menos 60 minutos de actividad física diaria de intensidad moderada a vigorosa, pero sin embargo, el 55,4 % no lo cumple según los últimos estudios. Una fatídica estadística en la que no están contemplados los 200 alumnos que dirige Xiroi Pastor -cinco cursos de la ESO y tres de Bachiller- y que están deseando acabar las clases para calzarse las zapatillas de deporte y salir a andar. ¿Cómo se ha conseguido eso? La clave es la motivación a través de un «juego» en el móvil.

Hay una plataforma, Strava, que actúa como red social, donde Xiroi Pastor ha creado un club privado, con nombres encriptados para cumplir la ley de protección de datos y donde se les plantea a los alumnos un tablero de juego que es su municipio, Picanya. En ese juego tienen recompensas por cumplir misiones que ofrecen una serie de retos, que van desde una cantidad de kilómetros a recorrer o a trabajar conceptos de geolocalización. «Por ejemplo, la misión 5 plantea hacer un dibujo con el GPS, por ejemplo hacer un círculo andando, o tus iniciales. Algunos alumnos van más allá y me han llegado a hacer aviones y unas formas súper complicadas, pero luego lo importante es ver lo que han tenido que andar para hacer ese dibujo».

En función de la dificultad y la extensión de la misión se ofrecen unos puntos a cada alumno -100 por llegar a la plaza del Ayuntamiento de Torrent, 350 a la de Xirivella y 500 a la de València- «y quien llegue a 2.000 tiene la máxima nota en la asignatura de Educación Física».

Y a parte no solo compiten de forma individual, sino también ha creado una competición entre cursos que les hace motivarse aún más. «Es un profesor bueno porque nos ayuda y nos motiva más que otros que he tenido. Además me siento mejor físicamente, paso menos horas sentado y camino mucho más», explica Daniel Sánchez de 1º de la ESO. «Ahora cuando estoy en el sofá me siento mal. Xiroi ha matado el sedentarismo y la idea de que la educación física es una asignatura poco importante, porque pasamos más tiempo pensando en el Strava que en otras», explica Amanda, de 1º de Bachiller. «Normalmente no andaba y ahora sí, me encuentro mejor físicamente», dice Laura Ling Casabán de 12 años. Para Sofía Querecuto lo mejor es «que puedo salir con mis amigos a hacer gimnasia de forma más divertida».

Ejercicio en familia

«He tenido que ir a comprarle otras zapatillas de deporte a mi hijo. Antes no era muy de hacer deporte y ahora, incluso con ampollas en los pies, me pide que vayamos a andar», explica la madre de Daniel. Y es que una consecuencia positiva del método de Xiroi «es que hemos conseguido hacer una actividad en familia y nos permite compartir más tiempo con ellos haciendo algo inimaginable hace unos meses como ir andando de Picanya hasta València», reconoce Begoña.