El muro era como esas alfombras debajo de las que se esconde más y más basura. Al otro lado, había un vertedero. Y estaba en el barrio de Thiviers, en pleno centro urbano de Xàbia. La tapia que separa el solar de la calle (en los otros extremos se levantan fincas) ocultaba los residuos que se han acumulado allí durante años. Los vecinos, quizá, miraban hacia otro lado. Pero las voluntarias de Cat Land, empeñadas en mejorar la vida de los gatos callejeros, sí le echaron el ojo a este vertedero. Aquí hay una colonia felina. Más de 30 gatos, algunos enfermos, habitaban entre basura de toda índole. Quince voluntarias se arremangaron ayer y desmantelaron el vertedero. También participó un hombre. Pero, por lo visto ayer, las mujeres están infinitamente más comprometidas en el cuidado del medio ambiente y en el bienestar animal.

Los residuos que «escondía» este solar, que pertenece a varios propietarios y dieron permiso para que Cat Land lo limpiara, eran muy voluminosos. Las voluntarias sacaron cuatro colchones. De algunos, ya totalmente roídos, solo quedaban los hierros. Retiraron neumáticos, trozos de tuberías, parachoques, muebles desvencijados... También encontraron plásticos, latas y botellas de vidrio. Tras el muro, había un auténtico basurero. Las voluntarias utilizaron una pequeña escalera para pasar al otro lado e ir sacando los residuos.

El ayuntamiento facilitó los contenedores (las bañeras que se utilizan para los escombros). Las integrantes de Cat Land llenaron a rebosar tres de estos depósitos. Retiraron unos 12 metros cúbicos de basura.

Los gatos vivirán ahora en un solar aseado. El vecindario se libra de un vertedero. Las voluntarias de Cat Land, que advierten de que en Xàbia hay más de 45 colonias de felinos, advertían a los vecinos de que no les pongan pescado ni sobras a los gatos (se genera suciedad y malos olores). Como mucho, les pueden llevar pienso y agua.