Los sabores aplacan la morriña. A los británicos de Xàbia les ha dado un ataque de saudade cuando han acudido estos días al supermercado y han encontrado vacías las estanterías donde debían estar algunos de sus productos patrios favoritos. No se hacen a la idea de empezar el día sin untar las tostadas y galletas con pasta «Marmite». Un drama.

Y la culpa la tiene el «brexit». El principal supermercado en el que llenan la despensa los británicos de Xàbia ha colocado en las estanterías vacías carteles en los que achaca la escasez de productos importados del Reino Unido a las «nuevas regulaciones» comerciales de la era post-brexit. Asegura, eso sí, que el desabastecimiento es temporal.

«Estamos trabajando duro para recuperar cuanto antes el suministro», rezan los carteles.

Los residentes británicos de Xàbia (son casi 5.000 y representan el 17 % de la población total del municipio) empiezan a paladear las consecuencias negativas en el día a día de la salida de su país de la Unión Europea. En las redes sociales, ponen el grito en el cielo. Se indignan al pensar que ya no podrán disfrutar del desayuno de «Marmite soldiers». Lamentan que escasee la carne fresca, los jamones cocidos o los lácteos importados del Reino Unido. Y coinciden en que si a estas alturas en la colonia de residentes británicos todavía quedaba algún defensor del «brexit» seguro que ya reniega de un divorcio que ha arruinado, al menos durante unos días, ese placer de volver al terruño a través de los sabores.

Para hacernos unos idea: ¿Qué sería de la dieta de aquí si de repente desaparecieran el jamón serrano, el queso manchego o la «cansalada magrosa» del puchero? Pues eso, un drama. El «brexit» ha dejado ayunos de sabores a los británicos de Xàbia y la Marina Alta.