No, no hay ventolera que lo mueva. Ya ha cobrado forma el negocio de hostelería del Segon Muntanyar de Xàbia que tantos quebraderos de cabeza la dio al ayuntamiento, que, primero, otorgó la licencia, luego, presionado por los vecinos, que no querían que se rompiera el carácter residencial de este litoral, intentó anularla y que, finalmente, no pudo más que reconocer que era válida. Es de recio hormigón. Pero se le adivina el carácter de chiringuito (moderno, eso sí) de costa. La pandemia ha retrasado su apertura.