La borrasca Filomena ha sido tan extraordinaria que los efectos sobre las aves aún se dejan sentir. Sólo en Sagunt, ha habido mortandades masivas de pájaros insectívoros cuyos cadáveres todavía se siguen encontrando. Aún así, la otra cara de la moneda está en la llegada de especies protegidas que han huido de las nevadas y temperaturas bajo cero, dejando imágenes insólitas de pájaros que nunca se habían visto antes en la localidad.

Filomena trastoca a las aves | JOSÉ MARÍA HERNÁNDEZ

Aunque todavía es pronto para predecir cuál de los dos fenómenos acabará teniendo un mayor impacto, la tremenda tasa de letalidad de aves puramente insectívoras ha dejado estimaciones abrumadoras. A falta de datos concretos, desde Acció Ecologista Agró se teme que esta borrasca haya podido acabar con la vida de entre un 80 y un 90 % de aviones roqueros (‘Ptyonoprogne rupestris’), además de diezmar la población de buitrones (‘Cisticola juncidis’). Según explican desde el colectivo ecologista, estos últimos «casi ni se ven» en las últimas semanas, pese a ser una especie residente muy común.

Filomena trastoca a las aves | JOSÉ MARÍA HERNÁNDEZ

Algo parecido han observado también entre los cetias ruiseñores (‘Cettia cetti’) y los mosquiteros comunes (‘Phylloscopus collybita’). «Sólo han sobrevivido los más fuertes», apuntaba desde Agró Ángel Bereje.

Los problemas para alimentarse que han sufrido estas pequeñas aves insectívoras también los subraya Pepe Carmona, anillador del Grup Au, que ha constatado que los mosquiteros (‘Phylloscopus collybita’) llegaron a perder hasta un 15 % de su peso con respecto a la media; una cifra elevada teniendo en cuenta que se trata de una especie de reducido tamaño. «Los que superaron ese porcentaje es muy posible que perecieran», opina Carmona, que lleva varios años recabando datos sobre aves en la estación de anillamiento de la Finca de Penya, el centro de voluntariado ambiental que posee el Ayuntamiento de Sagunt en el marjal de Almardà.

Filomena trastoca a las aves | ÁNGEL BEREJE

Avistamientos sin precedentes

El temporal, sin embargo, también ha dado oportunidades muy especiales para los amantes de la aves, al provocar lo que se conoce como una «fuga de tempero», es decir, movimientos masivos de algunas especies en respuesta al brutal descenso de temperaturas registrado en la península.

Esto ha permitido poder avistar en Sagunt ejemplares de varias especies de aves esteparias, e incluso tener una cita de una ave nunca vista antes en la población. Éste es el caso de la alondra ricotí (‘Chersophilus duponti’), una de las aves más amenazadas de Europa, pues el único lugar donde se reproduce del territorio europeo es la Península Ibérica. Aunque su hábitat más cercano son los semidesiertos de la cuenca media del Ebro y los páramos de Teruel, ha habido al menos un ejemplar que se ha podido ver estos días en el marjal dels Moros, y que ha atraído a numerosos aficionados a la observación de aves, siempre cuidadosos de no molestarla demasiado para evitar que se vaya.

Filomena trastoca a las aves | JORDI MIRALLES

«Llegó sobre el día 13 ó 14, varios días después de las nevadas y esta semana seguía en el humedal», explicaba Bereje.

También en ese humedal se han visto otras especies protegidas originales de otras zonas de España, como las calandrias (‘Melanocorypha calandra’), un pájaro en regresión al estar ligado a los cultivos tradicionales de cereales, que llevan tiempo en retroceso, o los escribanos montesinos (‘Emberiza cia’), unas aves que prefieren las laderas pedregosas. Además, han llegado avefrías en un número superior al habitual, pues hasta se ha visto una bandada de unos 400 ejemplares por el marjal de Almardà.

Filomena trastoca a las aves | ÁNGEL BEREJE

Otro avistamientos que ha sorprendido en este último lugar es el de un aguilucho papialbo (‘Circus macrourus’), una rapaz original del este de Europa que se ha decidido a pasar el invierno allí, en vez de irse al Este de África, como es habitual. A esto se suma otro caso de ave oriental, el estornino rosado (‘Pastor roseus’), que se vio al sur del Marjal dels Moros. Aún así, Ángel Bereje remarca que estos dos últimos ejemplares aparecieron antes de que Filomena azotara la península y dejara un rastro que aún acusan incluso las aves.

protagonistas. Por diversas razones estas especies son noticia.