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Vía libre al viaducto de 12 millones que permitirá que el tren vuelva a Dénia en 2023

El Consell autoriza a FGV a licitar el nuevo puente del Quisi de Benissa, que se construirá junto al mecano de 1915 que se transformará en vía verde

Vía libre al viaducto de 12 millones que permitirá que el tren vuelva a Dénia en 2023

Ni gemelos, ni mellizos, ni primos lejanos. Si hay que buscar un parentesco al viejo viaducto ferroviario del barranco del Quisi, en Benissa, un formidable mecano de metal, y al nuevo puente que se construirá para los trenes del siglo XXI, de robusto hormigón, el más atinado es el de abuelo y nieto. Media más de un siglo entre uno y otro. El abuelo es férreo y el nieto de «tierno» hormigón. Cuando el nuevo viaducto, que Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana licitará por 12 millones de euros, este construido, bastará un vistazo para hacerse una idea de cómo ha evolucionado la ingeniería ferroviaria en los últimos cien años.

El Consell autorizó ayer a FGV a licitar las obras del nuevo puente. El viejo se ha restaurado y aguanta el paso de los trenes diésel, que desde el pasado mes de julio ya circulan en el renovado tramo entre Calp y Teulada. El mecano de metal conservará su uso ferroviario cuando acabe la modernización de la vía hasta Gata de Gorgos, el próximo otoño. Pero ya no dará mucho más de sí. No soporta el peso de las nuevas unidades duales (diésel y eléctricas) serie 5000. Y son estos nuevos trenes los que deben llegar a Dénia a principios de 2023, dado que el tramo urbano de la renovada vía tiene la configuración de tranvía. Entonces la Marina Alta recuperará de cabo a rabo su único tren, el que la conecta con Benidorm y Alicante (la Línea 9 del Tram).

Así las cosas, que el Consell diera ayer vía libre a la construcción del nuevo puente significa nada menos que despejar el camino para que Dénia recupere el tren seis años después de que se cerrara el tramo de Calp a la capital de la Marina Alta. Los viajeros del ferrocarril ya han perdido la cuenta de los trayectos que han hecho en el autobús que FGV puso en marcha para no dejarlos tirados.

Las obras del nuevo puente deben acabarse en un año. Tendrá una plataforma de 370 metros que se apoyará en un triángulo de hormigón y en cuatro pilares de estrecho perfil que acaban en una suerte de colosales capiteles cónicos (ojo, no jónicos ni icónicos). En el «trenet de la Marina», hay que hacerle siempre un guiño al diseño. Hubiera sido un error colocar robustas columnas de hormigón y punto.

El viejo viaducto se transformará en vía verde. Se «jubila» tras un siglo de traqueteo de tren.

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