Las cuatro campanas de la iglesia parroquial de Santa Ana, en Zarra, se subieron ayer al campanario tras ser restauradas y, desde una torre exenta situada a 50 metros del templo, podrán sonar cuando el párroco las active a través de una aplicación móvil.

Una grúa subió las cuatro campanas a 28 metros de altura, tras haber sido limpiadas y haber sustituido los yugos de hierro forjado por unos de madera, a cargo de la empresa Relojes y Campanas Monumentales. El Ayuntamiento de Zarra ha sufragado la restauración, según explicó ayer el Arzobispado. En esos trabajos se ha realizado el cableado para la electrificación del campanario en el que, a partir de ahora, ya no se realizarán volteos manuales.

Ahora, las campanas están ya en el campanario pero aún no están en funcionamiento porque hay que realizar unos trabajos de calibración y pruebas de sonido y, una vez finalicen, podrán ponerse en marcha, algo que el párroco podrá hacer a distancia a través de una aplicación en el móvil.

En la actualidad, la parroquia de Zarra, al igual que las de Jarafuel y Teresa de Cofrentes, dependen del administrador parroquial Abel Coll.