Los numerosos bolsones blancos que cuelgan de las ramas de los pinos delatan que este año la plaga de la procesionaria llega con fuerza. La concejalía de Medio Ambiente del Poble Nou de Benitatxell ya ha empezado a plantarle batalla a estas urticantes orugas. Defolían y debilitan los pinos. Y son peligrosas para los excursionistas y sus mascotas (provocan sarpullidos y reacciones alérgicas). Benitatxell ha apostado en los últimos años por un tratamiento con nebulizador (transforar un líquido en una finísima nube) de productos ecológicos y no tóxicos. Esa suerte de vapor se lanza a los pinos de las zonas verdes, a los que jalonan los caminos, en las zonas deportivas y en el colegio.