Un anciano de 80 años tenía la fea costumbre de prenderle fuego a parajes forestales de la ribera del río Gorgos cuando salía a pasear por las mañanas. Que se originaran hasta cuatro incendios en un radio de 400 metros cuadrados en las proximidades de Alcalalí ya dejaba bastante claro que un incendiario la tenía tomada con estos terrenos, protegidos, ya que forman parte del LIC Río Gorgos y tienen un gran valor ecológico. Tres de los fuegos calcinaron vegetación de ribera y terrenos agrícolas y un cuarto se propagó por una pinada próxima a chalés y casas de una urbanización de Alcalalí. La repetición de los incendios causó alarma entre la población.

La Guardia Civil le ha echado ahora el guante al presunto incendiario. Llama la atención su avanzada edad. Tiene 80 años y es español. Los vecinos han colaborado en la investigación, llevada a cabo por los agentes de Xaló, el Área de Investigación de Benissa y los expertos en incendios de la conselleria de Medio Ambiente. Los investigadores vieron claro desde el primer momento que los incendios eran intencionados y que no se habían originado por una negligencia (una quema agrícola). Los testigos coincidían en situar en el lugar donde se declaraban las llamas a un varón de avanzada edad. Las descripciones permitieron identificar al anciano que paseaba «inocentemente» por las mañanas. Está acusado de causar cuatro incendios forestales en zonas protegidas y catalogadas como LIC y de cuatro delitos de daños en terrenos agrícolas y urbanos.