La muralla de Calp es roja, laberíntica y su fama se ha disparado en las últimas semanas. En realidad, de muralla no tiene más que el nombre. La Muralla Roja, construida en 1973 y diseñada por el arquitecto Ricardo Bofill, es un sorprendente edificio de apartamentos que se asoma al mar en la cala Manzanera.

Esta finca, que evoca una qasbah (una alcazaba árabe de rojo y poderoso tapial), ha alcanzado fama planetaria. Los escenarios de la serie coreana de Netflix «El juego del calamar» se han inspirado en las laberínticas escaleras de la Muralla Roja. Fue empezar a emitirse y detectar los más observadores el influjo de la arquitectura geométrica, laberíntica y de llamativos colores de este edificio de Calp.

La alcaldesa, Ana Sala, también se sube a la ola de popularidad de este icono arquitectónico (triunfa en Instagram). Ha enviado una carta a la productora Siren Pictures. Incluye fotogramas de la serie coreana y fotografías de la Muralla Roja. Salta a la vista que a los creadores de «El juego del calamar» por algún lugar les ha llegado la irrepetible estética de esta diseño de Ricardo Bofill.

La alcaldesa invita al equipo de producción y al elenco de la serie a visitar Calp y «conocer de primera mano» el edificio. Les indica que así podrán comprobar «las grandes similitudes» entre los escenarios de esta ficción televisiva y la construcción del litoral de la Manzanera.

Ana Sala felicita a la productora por el «inmenso éxito» de una serie que «ha atrapado a millones de espectadores».

La repercusión de la Muralla Roja no es de ahora, aunque sí es cierto que ha sido con «El juego del calamar» cuando su fama se ha hecho estratosférica. Aquí se han rodado numerosas campañas de publicidad.

Este edificio forma junto al Xanadú y el Club Social un excepcional triángulo arquitectónico. Ricardo Bofill concibió una arquitectura singular, revolucionaria y un punto utópica.

Los propietarios de los apartamentos de la Muralla Roja están un tanto abrumados. La finca está vallada y hay carteles para espantar a los curiosos.