Una subvención de 120.000 euros que se ha ido al limbo y un alcalde, el de Teulada Moraira, que dice que llegará «hasta al final» y que depurará responsabilidades. El pasado 14 de octubre se abrió la caja de Pandora. Una plataforma de la que forman parte ediles de la oposición lanzó en redes que el alcalde, Raúl Llobell, se había dormido en los laureles y había firmado fuera de plazo la solicitud de una ayuda de la conselleria de 120.000 euros para contratar a jóvenes parados de menos de 30 años.

El munícipe anunció una investigación interna y avanzó que tardó menos de 45 minutos en firmar todos los documentos que le llegaron. Dijo que incluso los rubricó en la silla del dentista. Sí, perder esta subvención es un dolor de muelas.

Ayer desveló las conclusiones de la investigación y achacó «la mala gestión» a la técnico de Fomento. Dijo que le pasó a firmar las certificaciones para pedir la subvención el 26 de julio, tres días después de que caducara el plazo. Es más, aseguró que esta trabajadora ya sabía entonces que el plazo había expirado y que la ayuda estaba perdida.

El alcalde anunció que ahora se va a abrir un expediente a esta empleada. Y fue más allá. Sugirió que hubo más que «mala praxis». Deslizó que la técnico de Fomento habría actuado de forma «orquestada» con la oposición para «desprestigiar al gobierno local y al alcalde». No obstante, subrayó que lo que más le duele es que el pueblo ha dejado escapar una ayuda de 120.000 euros.