Las Fiestas de Moros y Cristianos de Crevillent, que se celebran en honor a San Francisco de Asís —patrón del municipio alicantino—, destacan por ser una de las más famosas de toda la Comunitat Valenciana.

Declaradas de Interés Turístico Internacional desde 2017, se celebraron por primera vez en 1965. En aquel momento, un grupo de amigos se atrevió a convertir en realidad una festividad ya común en otras localidades de la provincia.

Como dicta la tradición, las Fiestas de Moros y Cristianos conmemoran las batallas libradas durante la Reconquista. Los cristianos de los diferentes reinos de España conquistaron los dominios ocupados por los musulmanes, popularmente conocidos como moros

Las rebeliones sarracenas, los ataques de piratas berberiscos y la expulsión de los moriscos en el siglo XVII también gozan de gran protagonismo en esta festividad de la localidad de Crevillent.

Unas fiestas únicas en la provincia

El fin del verano es celebrado con efusividad en Crevillent, pues el otoño trae consigo la cita más esperada por toda la población: sus Fiestas de Moros y Cristianos del 8 de septiembre al 4 de octubre. Pero, ¿por qué son tan especiales?

Lo que distingue a Crevillent es su representación teatral ambientada en el siglo XIII en un enclave único: la plaza de la Constitución, transformada en un imponente castillo para la ocasión.

El día grande de la fiesta es la Entrada de los Bandos Moro y Cristiano. CLAUDIA ROPERO

Es allí donde todos los moros y cristianos de Crevillent rinden vasallaje a Jaume I por capitulación, no por conquista, y le ofrecen los dos castillos, poniendo fin a las luchas entre los contendientes. Una representación que, por su gran calidad, fue declarada Bien de Relevancia Local Inmaterial en 2010.

Fiestas de Moros y Cristianos, al detalle

Las Fiestas de Moros y Cristianos de Crevillent están conformadas por 12 comparsas agrupadas en dos grandes bandos:

  • Banco cristiano. Almogávares, Maseros, Dragones, Castellanos Leoneses, Astures y Caballeros del Cid
  • Bando moro. Beduinos, Berberiscos, Benimerines, Omeyas, Marroquíes y Moros Viejos

El calendario de las fiestas no da tregua y los actos se suceden entre música y vibrantes colores. L’entraeta o Desfile de cabos inaugura la temporada con decenas de hombres de las diversas comparsas desfilando con gran pasión por las calles más emblemáticas de la localidad.

El Desfile de humor toma el testigo al día siguiente y cada año sorprende con una temática diferente. Es el momento de dar rienda suelta a la creatividad y vestir excéntricos vestuarios e improvisar las coreografías más atrevidas. 

La semana siguiente, el Desfile Infantil traslada la fiesta a los más pequeños y pequeñas, convirtiéndolos en auténticos protagonistas. Acompañan a las reinas y abanderadas infantiles, que con sus vestidos, adornos y carrozas atraen las miradas de los espectadores.

El plato fuerte de la fiesta llega el fin de semana con las esperadas Entradas del Bando Moro y del Bando Cristiano. Comparsistas, reinas, sultanas, abanderadas y capitanes se enfundan sus mejores atuendos y, rebosantes de orgullo, hacen relucir las calles de Crevillent al ritmo de la música de las bandas.

Las comparsas se abren paso con su banderín, que es su distintivo. Las filaes y escuadras están formadas por los hombres, que desfilan acompañados de los cabos. Los timbales marcan su paso. 

Las mujeres, por el contrario, avanzan animadamente por unas calles expectantes de ser testigos de excepción de las mejores coreografías tan características de esta fiesta. Los capitanes, reinas, sultanas y abanderadas son la guinda de cada comparsa. En adornadas carrozas, a caballo, en dromedario o a pie centran todas las miradas.

Ofrenda floral al patrón San Francisco de Asís, en Crevillent. LUIS AZORÍN

La Ofrenda floral, con las mujeres como protagonistas, se ofrece a San Francisco de Asís la mañana siguiente y, por último, la Procesión festera sirve como colofón final de la fiesta en Crevillent en un acto de solemnidad y honor al patrón.