J. M. A./Efe, Gandia

Los estudios arqueológicos realizados en torno al popular edificio del Morabito de Gandia han desligado su creación de la presencia islámica en la ciudad y han determinado su construcción en el siglo XVII. Con toda probabilidad fue concebido para ser una punto de trasferencia de hielo, que se transportaba desde las neveras que recogían la nieve en las montañas. Allí se almacenaba para abastecer a la ciudad. Según los expertos es la única «nevera de transferencia de hielo» de la que se tiene constancia en la Comunidad Valenciana.

Los arqueólogos revelaron el resultado de sus investigaciones ayer, ya que el Ayuntamiento de Gandia proyecta la restauración del edificio, una construcción cilíndrica de piedra declarada monumento BIC por su «excepcionalidad arquitectónica». El Morabito, ubicado en el Pla de Marxuquera, en la partida de la Cova de Les Meravelles, ha sido adquirido por el Consistorio.

El municipio pretende incluir esta edificación, una vez recuperada, en una ruta ligada con la Cova de les Meravelles, un importante yacimiento arqueológico donde se han descubierto un conjunto de grabados de arte parietal paleolítico, con el fin de abrir una nueva oferta de «turismo complementario y cultural» en la ciudad, según explicó ayer el concejal de Planificación y Proyectos de Ciudad, Josep Miquel Moya.

Inmueble en situación deplorable

El edificio, explicó el edil, se encontraba en «una situación deplorable, degradándose a la carrera, y se corría el riesgo de perderlo». Moya visitó el monumento, junto al equipo de arqueólogos que han realizado la primera fase de intervención arqueológica en el edificio, Joan Cardona y Paco Blay.

El estudio ha concluido con la apertura de una nueva hipótesis sobre el origen y uso del monumento, que parte de la tradición oral y de la toponimia local de la zona, y que cuestiona informes anteriores que atribuían al edificio un carácter religioso islámico.