J. S./Agencias, Valencia.

El Gobierno autorizó ayer el trasvase de 39 hectómetros cúbicos de agua desde los embalses de la cabecera del Tajo a la cuenca del Segura en los próximos tres meses que se destinarán exclusivamente a abastecimiento.

Los regantes del Acueducto Tajo-Segura (ATS) repartidos entre la provincia de Alicante y Murcia, expresaron ayer su «profunda decepción» y anunciaron movilizaciones «contundentes y duras». Según explicó la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, no se autorizan en este momento trasvases para riego, aunque el Ejecutivo analizará dentro de un mes, las posibilidades de hacer algún desembalse que permita «minimizar los efectos de la sequía en los cultivos leñosos» de la cuenca del Segura.

Fernández de la Vega dijo que el gobierno garantiza para los próximos tres meses el suministro completo para consumo y regadío en la cuenca del Tajo mientras que en la del Segura se asegura el abastecimiento para consumo durante todo el año hidrológico que ahora comienza.

De hecho, en Murcia y Alicante, pese a la desesperación por la falta de agua para salvar cultivos leñosos, se era consciente de que un desembalse en los términos solicitados hubiera comprometido el suministro de uso de boca de 2,5 millones de personas si no llueve en los próximos tres meses. Sin embargo se esperaba un envío, por pequeño que fuese.

El presidente del Sindicato Central de Regantes del ATS, Francisco del Amor aseguró al respecto: «esperábamos que se nos hiciera una rebaja en nuestras pretensiones pero no que no nos diera nada».

«Es aberrante, no tiene explicación ninguna... es una bofetada lanzada contra el sindicato», declaró, al tiempo que advertía que «son ellos», en alusión al Gobierno, quien nos llevan «a tomar medidas contra esta decisión» Mientras, el sindicato agrario Asaja en la Región de Murcia calificaba de «irresponsable y lamentable» la decisión del Consejo de Ministros. Su secretario general, Alfonso Gálvez, que dije haberse quedado «perplejo» tras conocer la noticia, la postura del Gobierno central es «egoísta e insolidaria y va a perjudicar gravemente a la agricultura murciana a corto y medio plazo». Gálvez prevé que se llevarán a cabo en la Región de Murcia «manifestaciones muy duras y contundentes». Mientras, el Conseller de Infraestructuras de la Generalitat, José Ramón García Antón aseguró que esperaba que el Gobierno hubiera sido «sensible con las necesidades de los agricultores trasvasando también agua para un riego de socorro que permita salvar el arbolado».