M. D. /Efe, Valencia

El profesor suele ser conocedor del caso de violencia en su clase y en la mitad de los casos «hace algo», según afirmó ayer el coordinador del «Seminario Internacional Violencia y Escuela», José Sanmartín.

«Hay profesores que, ante el panorama de la enseñanza actual y de sus posibilidades de hacer algo para mejorarlo, renuncian y miran a otro lado siempre que se produce un suceso que pueda acarrearles algún dolor de cabeza, pero no les exonera de toda responsabilidad» afirmó el director del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia.

En su opinión, «hay centros que piensan que pueden resolver el problema por su propia cuenta, lo que produce un corte nefasto, por sus consecuencias, entre el centro y las autoridades». Tras mostrarse partidario de que las Administraciones creen unidades de mediación, donde los centros puedan acudir a denunciar el caso de violencia, «sin tener que llamar al inspector», y pidió sensibilidad porque «el niño puede no querer seguir adelante con su vida».

Por su parte, la directora del Observatorio Europeo de la Violencia Escolar, Catherine Blaya, afirmó que «hay que implicar a los alumnos en la elaboración de las normas de la escuela».