Pilar G. del Burgo, Valencia

La radiocirugía, una práctica poco frecuente en la Comunidad Valenciana por la falta de especialistas y equipamientos, duplica la esperanza de vida de los pacientes que sufren metástasis cerebrales, que son un 15% de los enfermos oncológicos, según explicó a Levante-EMV el doctor Luis Larrea, jefe del servicio de oncología radioterápica del hospital Virgen del Consuelo .

Los datos se dieron a conocer en el último congreso mundial de la Sociedad Internacional de Radiocirugía que se acaba de celebrar en Bruselas y al que asistieron representantes de los principales hospitales del mundo. De España acudieron de la clínica Ruber de Madrid, del Instituto Madrileño de Oncología y de la clínica valenciana del Grupo Nisa.

El doctor Larrea indicó que investigadores del Instituto Bordet (Bélgica), de la Universidad de Pittsburg (EE UU), de la Universidad de Dusseldorf (Alemania), de l CHM de Marsella (Francia), de GK Center (Holanda), de la Universidad de Tokio y de Chiba (Japón) acreditaron que miles de pacientes oncológicos tratados con radiocirugía presentaron un buen estado general, sin patología neurológica posterior como hemiplejía, epilepsia, cefalea u obnubilación, «lo cual constituye un gran avance técnico y humanitario».

El especialista manifestó que en pacientes con menos de siete metástasis cerebrales y un buen estado general de salud, «se consigue una supervivencia media de más de dos años si se realiza radiocirugía, frente a los pocos meses de vida si solo se trata con radioterapia cerebral o escasas semanas si no se irradia».

En la Comunidad Valenciana más de 2.500 pacientes al año que han sufrido un cáncer de hígado, pulmón o columna, desarrollan metástasis cerebrales, más de la mitad de los cuales podrían duplicar su supervivencia con radiocirugía.

La radioterapia se administra mediante un acelerador lineal, con un promedio de10 a 20 sesiones de radiaciones. El tratamiento resulta sencillo, ya que se realiza en un solo día. El experto señala que la operación se realiza con anestesia local. «Se le coloca una corona de estereotaxia en la cabeza, se realizan las exploraciones necesarias y tras realizar los cálculos se aplica la radiocirugía».

Mientras que en la radioterapia convencional las emisiones son uno o dos milímetros, en radiocirugía la escala es de décimas de milímetro, como si se tratara del GPS de un coche. La radiocirugía quema el tumor, ya tras la aplicación se produce una quemadura del tamaño de una colilla -no es inmediata- en el núcleo celular del tejido maligno.

En la Comunidad Valenciana el tratamiento de radiocirugía se utiliza por debajo de las recomendaciones internacionales.