Mónica Ros, Valencia

Tapiza todo aquello que encuentra a su paso (vegetación, construcciones hidráulicas de todo tipo, depósitos, desagües, motores de embarcaciones, sistemas de riego...) obstruyendo las canalizaciones y causando un gran desequilibrio ecológico. Ésta es la principal característica del mejillón cebra, pero no la única.

Este molusco ha llegado a la Comunidad Valenciana y la alerta ha saltado de forma inmediata. Técnicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y agentes ambientales de la Conselleria de Territorio detectaron en el embalse de Sitjar (Castelló) una colonia en plena expansión, y las medidas a adoptar han sido claras: prohibir de forma urgente todo tipo de navegación y usos recreativos en el pantano. Y es que si por algo se caracteriza el mejillón cebra es por su gran capacidad para reproducirse e invadir el ecosistema.

El mejillón cebra se alimenta de fitoplacton y compite con otras especies para conseguir este alimento. Afecta a la calidad de las aguas donde se encuentre y a toda la fauna y flora silvestre, poniendo en peligro a las especies autóctonas. Aunque no es comestible, no implica un riesgo para la salud de las personas.

Esta especie bivalva de agua dulce se dio a conocer en España cuando en 2001 un grupo de especialistas detectaron su presencia en el bajo Ebro. Por ello, cuando el debate sobre el Plan Hidrológico Nacional se encontraba en su punto más álgido, fueron muchos los expertos que advirtieron que con el trasvase del agua del Ebro a otras cuencas del sur, también se extendería la plaga al resto de sistemas de la península.

La vía de entrada

Y es que la vía de entrada de este molusco invasor suele ser la suelta de agua infectada de larvas de este molusco en un ecosistema libre de la plaga. Tan sólo con que una embarcación transporte y vierta agua procedente de un lugar infectado es motivo suficiente para que el molusco se reproduzca. Sin embargo, no es la única vía de acceso. La navegación fluvial puede provocar una rápida expansión de este molusco, además de que el mejillón cebra es utilizado como cebo de pesca fluvial. Y por su fuera poco, el mejillón tiene la capacidad de fijarse a las patas de las aves.

Cómo ha llegado este molusco invasor a Castelló se desconoce. Sin embargo, las medidas a adoptar llevan el cartel de «urgente» ya que en el momento en el que se introduce con éxito el mejillón cebra el riesgo ambiental es más que grave.

Medidas para erradicar la plaga

Los métodos manuales, químicos, termales o por ondas de radio para erradicar esta especie una vez introducida son muy costosos y no siempre satisfactorios para la conservación de los ecosistemas.

Aquellas especies que están en peligro de extinción son sacadas de su hábitat y criados en cautividad mientras permanece la amenaza del mejillón cebra, para impedir que éstos los recubran y no les dejen abrir las valvas.

La obstrucción de las conducciones hidráulicas se controla manteniendo revisiones periódicas y aplicando métodos químicos o termales de eliminación de los racimos de mejillón cebra. Así, es preciso fumigar las embarcaciones que navegan por zonas infestadas y prohibir el uso del mejillón cebra como cebo para pesca.

Se debe tener especial cuidado con la limpieza de la superficie de las embarcaciones y el material de pesca. Debe ser eliminada cualquier vía de introducción natural o artificial del mejillón cebra en un ecosistema libre.