J. G. G./J. R./A. E., Valencia

El portavoz del PP en el Congreso y ex presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, evitó ayer dar su apoyo a la reforma del Estatut, al tiempo que defendió que la Comunidad «no necesita medirse con nadie ni compararse con nadie ni tener que ser lo que otros tengan que ser», un argumento que socava la justificación de la cláusula Camps. Esta disposición, cuestionada por dirigentes del PSOE y del PP al considerarla inconstitucional, autorizará a la Comunidad a reclamar cualquier competencia que logre otra autonomía. El propio Camps la defiende con la tesis de que no quiere ser más que nadie pero tampoco menos que nadie.

Preguntado sobre si piensa que la reforma catalana afectará a la valenciana, Zaplana contestó que, como ya ha argumentado en el pasado, «por razones obvias», dada su condición de ex presidente, se ha «abstenido» del debate sobre la Carta valenciana, aunque apostilló: «Sin duda tendremos tiempo». A la pregunta de si firmaría el texto de la reforma como está, respondió: «No me corresponde a mí. Yo tengo un voto en el Congreso y cuando llegue el momento lo emitiré». Acto seguido, se explayó contra la reforma de Cataluña, de la que dijo que es «una Constitución que quiere modificar la Constitución española» y que «atenta contra el marco de convivencia, el régimen y la situación de estabilidad del país». Antes, el ex titular del Consell citó el Palau de les Arts, «un edificio que forma parte del complejo de la Ciudad de las Artes» que él impulsó, para resaltar que cuando la Comunidad «se pone a atrabajar y lo hace sin complejos no necesita ni medirse con nadie ni compararse con nadie ni tener que ser lo que otros tengan que ser», ya que, por ella misma, tiene «capacidad de liderazgo y fortaleza para poder no solamente contribuir al bienestar» de sus ciudadanos, sino para «tirar del avance y el progreso del conjunto de España». Un argumento dirigido a la línea de flotación de la cláusula Camps, a la que no mencionó. «No perdería el tiempo en medirnos ni en compararnos, sino simplemente en ser nosotros mismos», dijo, para insistir en que no desperdiciaría «ni medio segundo en mirar a los demás, ni siquiera de reojo, y mucho menos en preocuparnos de qué van a hacer los demás; nosotros tenemos que saber claramente lo que queremos ser nosotros, y yo creo que esas cuestiones están bastante bien enfocadas», dijo. Por otro lado, Zaplana aseguró que «se ha producido un punto de inflexión electoral en España» a favor del PP.

«Modelo de convivencia para España»

Por su parte, el ponente popular del PP para la reforma del Estatut en el Congreso, Federico Trillo, defendió la cláusula Camps, que auguró que no va a recibir enmienda alguna del PP y del PSOE. Es más, aseguró que la disposición es más necesaria que nunca e incluso podría ser exportable a otras comunidades.

A su juicio, la reforma del Estatut es «todo un modelo de convivencia y todo un modelo de libertad para el resto de España». Se congratuló de que Valencia esté «en uno de los momentos más brillantes de su historia» y de que lo haga además «dentro de un sentimiento de españolidad».