El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, eligió un discreto restaurante del centro de Valencia para cenar con tres personas el sábado, tras el concierto inaugural del Palau de les Arts. Lo revelaba ayer el Diario Crítico, que se pregunta «por qué despreció Camps los fastos, las cenas multitudinarias, la convivencia con las gentes muy conocidas que acudieron a Valencia a esta inauguración, y se largó, casi clandestino, a cenar con el diputado y ex ministro de Justicia José María Michavila, con un ex miembro de un otrora conocido grupo musical y con una cuarta persona, un hombre a quien los espías de este diario no reconocieron».

El Periódico Digital, en la sección Micrófono de uno de sus blogs temáticos, acusaba ayer a un periodista de Ràdio 9 de haber insistido en una entrevista realizada el viernes a una especialista del congreso Violencia y Escuela de que los niños inmigrantes son los culpables de la violencia escolar. Nada más lejos de la realidad. La pregunta del locutor se centró en que estos alumnos son, sobre todo, víctimas, y en su ánimo no había ningún tinte xenófobo. Además, la página de Internet concluye: «Aunque no nos guste, la realidad es la realidad, aunque algunos periodistas piensen lo contrario.»