Levante-EMV, Valencia

El consejero de Medio Ambiente de la Comunidad Valenciana, José Ramón García Antón, expresó ayer su deseo de colaborar con el Ministerio de Medio Ambiente para trabajar en la puesta en marcha de Centros de Intercambio de Agua y en la línea de «ahorrar más, depurar, reutilizar y apoyar las medidas de los bancos de agua o transferencias de caudales de unas cuencas a otras».

Tras reunirse con el secretario general para la Biodiversidad, Antonio Serrano, y con el consejero de Medio Ambiente de Murcia, Antonio Cerdá, apuntó que «a las cuencas del Segura y del Júcar podrían llegar volúmenes importantes» procedentes de los bancos de agua. «Entre Tajo, Júcar y Segura, no habría ningún problema para hablar de cientos de hectómetros cúbicos que se puedan mover de un sitio a otro», apostilló.

En este sentido, señaló que los bancos de agua que son posibles «cuando hay conducciones», y precisamente por eso reiteró su petición de «más conducciones entre cuencas con caudales importantes» y las de la Comunidad Valenciana, «que están muy secas», porque en estas circunstancias «seguro que se llegaría a acuerdos entre unos usuarios y otros para poder transferir esas aguas».

Por su lado, el consejero de Medio Ambiente de Murcia, Antonio Cerdá, cifró en 54 los hectómetros cúbicos que podría recibir su Comunidad al año a través de los Centros de Intercambios de Agua de usuarios de Madrid y Castilla La Mancha.

Cerdá explicó que, según datos del Ministerio, «las necesidades del Tajo son de 180 hectómetros cúbicos para regadío, de los cuales 150 son para Madrid y 30 a la de Castilla La Mancha». «De éstos, un 30%, es decir, unos 54 hectómetros podrían ser objeto de intercambios y concesiones», agregó. En este sentido, subrayó que «en estos momentos cualquier hectómetro es bueno y necesario».