Mónica Ros, Valencia

«Me han dicho en el colegio que los chicos no se besan en los labios», le dice una niña de cinco años a su padre. «Si están enamorados, sí», le contesta éste tranquilamente, y añade mientras su hija juega con una Ken y una Barbie: «a lo mejor tu muñeca se enamora de otra y también se da besos». Ésta familia fue una de las entrevistadas para el estudio realizado por la profesora de psicología Evolutiva de la Universidad de Sevilla María del Mar González Rodríguez sobre los niños criados por parejas homosexuales.

La investigación asegura que menores criados por parejas homosexuales cuentan con más valores en cuanto a la igualdad de género y son más tolerantes. Además, viven su sexualidad de una forma más sana y más abierta que los criados con parejas heterosexuales.

Éste es el segundo estudio realizado en España sobre hijos criados en familias homoparentales y -tras un primer análisis donde quedaba demostrado que el desarrollo emocional y educativo de los menores no difería en si las parejas que los educaban eran homosexuales o heterosexuales- se centra en estudiar las «fortalezas» y las «debilidades» de estas familias.

María del Mar González presentó su investigación en las Jornadas sobre Diversidad Familiar que están teniendo lugar en la Universitat de València y que concluyen hoy. El estudio analiza a jóvenes de entre 17 y 31 años que han sido criados por padres gays o madres lesbianas.

Durante su ponencia, González argumentó que que las familias homoparentales afrontan retos y dificultades específicas -como el rechazo de la sociedad, la ausencia de legitimidad y la excepcionalidad por un modelo «diferente» del denominado tradicional- y que necesitan asesoramiento y orientación para afrontarlas.

Además, la experta aseguró que «la sociedad tiene la responsabilidad hacer disminuir los obstáculos» ya que la cultura homófoba «es la principal lacra para estas familias». Por ello, González afirmó que se deben seguir eliminando barreras legales y que «es importante formar a personal con responsabilidades en infancia y familia». Para María del Mar González, la sociedad puede aprender de las familias homoparentales los valores de igualdad, libertad y tolerancia que promueven. Tanto González como Dolores Frías (profesora de psicología de la Universitat de València que hizo su presentación) observaron con preocupación la «homoparentofobia» que trata de negar legitimación social a las familias homoparentales y de ese modo ataca el bienestar y la felicidad de los hijos e hijas de esas familias. En cuanto a la sexualidad de estos jóvenes el estudio es claro: viven de forma más abierta su sexualidad y son mucho más tolerantes.

Por otras parte, el subdirector general de las familias del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Felix Baraja, manifestó que «los poderes públicos han de ser neutrales a la hora de establecer sus políticas de familia», y anunció que las personas mayores que se vuelvan a casar no perderán su pensión de viudedad.

Además, Lluis Flaquer, catedrático de sociología de la Universitat Autònoma de Barcelona aseveró que el patriarcado ha sido sustituido por otro, con dobles ingresos, «que trata de asegurar el bienestar de la familia en un contexto social y económico en que los riesgos familiares y de clase se superponen».