A. G., Valencia

La Conselleria de Cultura, Educación y Deporte ha sacado a concurso un contrato por valor de 1,6 millones de euros para la instalación, alquiler y desmontaje de «módulos prefabricados» -más conocidos como barracones en la comunidad educativa- con destino a centros de Infantil, Primaria y Secundaria de la Comunitat Valenciana. Estas aulas provisionales está previsto que permanezcan en pie, según las cláusulas del contrato, hasta el 30 de junio de 2009. En opinión de la secretaria de Cultura del PSPV, Ana Noguera, significa que el Consell piensa mantener barracones en funcionamiento durante los tres próximos cursos, a pesar de las promesas del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, de eliminar estas construcciones del sistema educativo. «Con esto no sólo hipoteca al próximo gobierno autonómico, sino la calidad en la educación de los alumnos», subrayó ayer la diputada a través de un comunicado.

Los cálculos que manejan los socialistas indican que la Conselleria de Educación está pagando una media de unos 8.400 euros al año por barracón alquilado. Ello supone que el 1,6 millón previsto ahora da para mantener unas 66 nuevas aulas prefabricadas durante los tres próximos cursos.

Además, la empresa pública Construcciones e Infraestructuras Educativas de la Generalitat (Ciegsa) tiene contratos menores para el alquiler de módulos provisionales para colegios concretos en obras. Recientemente ha publicado la licitación de los necesarios en el CP Nou d$27Octubre de Alcàsser por 272.000 euros; en el Ciudad de Bolonia, de Valencia, por 45.928 euros, o en el IES Enric Valor, de Silla, por 129.147 euros.

Según Noguera, el PP lleva gastados más de 20 millones de euros en el alquiler de estas estructuras, una cantidad que además incluye «un injustificado gasto extraordinario», según la parlamentaria.

Los propios datos de los populares, que subrayan la reducción de estos módulos prefabricados, señalan que durante el último curso han estado en funcionamiento 726 de estas aulas.

Noguera puso énfasis ayer en que las adjudicaciones «se han realizado en verano para evitar las protestas de padres, profesores y alumnos». Acusó por ello a Camps de actuar de forma «alevosa». Además recordó que el compromiso del proyecto Creaescola, presentado en 2004 por el Consell, era eliminar los barracones.

La parlamentaria se remitió a los informes del Síndic de Greuges de este mismo año, que denunció que «los barracones eran el principal problema educativo de la Comunitat Valenciana». Dijo asimismo que el Defensor del Pueblo valenciano calificó de «exageradísimo el número de barracones instalados» y destacó el «excesivo gasto que se estaba realizando».

Colegios «virtuales»

Ana Noguera remarcó que no sólo los nuevos colegios «se ven ya obligados a valerse de barracones, sino que se proyectan nuevos centros directamente con casetas prefabricadas». Estos nuevos centros -precisó- se esconden tras el eufemismo de «colegios virtuales» y funcionan hasta que el centro real está construido. En Castelló, señaló, hay ocho escuelas de este tipo. La diputada insistió en la necesidad de crear una comisión de investigación sobre Ciegsa y exigió transparencia.