Efe/Levante-EMV, Valencia

El Consejo de Ministros aprobó ayer el decreto que regula las normas de calidad y seguridad para la donación y uso de células y tejidos humanos, que incluye una detallada regulación de los bancos de células de cordón umbilical con un «espíritu de donación altruista». De esta forma, se da cobertura legal

La regulación de los bancos de cordón umbilical provocó este año una polémica entre el Gobierno y la Comunidad de Madrid, ya que este ejecutivo regional aprobó un decreto sobre los bancos privados de sangre de cordón umbilical, que rechazó el Ministerio de Sanidad y que, en mayo pasado, suspendió cautelarmente el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

El decreto aprobado autoriza los bancos privados de unidades de sangre de cordón umbilical para eventual uso autólogo (cuando se almacena para la utilización en el propio donante), pero estas unidades deberán estar también a disposición de cualquier enfermo, posibilidad que deberá ser comunicada a los padres antes de proceder a la extracción de la unidad, señalan en sendas notas el Ministerio de Sanidad y el Consejo de Ministros.

Esta norma dará cobertura a bancos de cordón umbilical como el que la empresa farmacéutica Biostab, situada en el parque tecnológico de Paterna, había puesto en marcha. El gerente de esta firma, Alfonso Escribano, no disponía de permiso alguno ni avisó a la Administración de esta medida pionera en España y la Conselleria de Sanidad ordenó su cierre. El uso de células madre congeladas de cordón umbilical para uso terapéutico en un futuro volvió al debate público cuando el pasado mes de febrero trascendió que los Príncipes de Asturias habían congelado cordón umbilical de la Infanta Leonor en una clínica privada norteamericana.

En la conferencia de prensa tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dijo que esta regulación «impide que algunas comunidades autónomas, que hay alguna que ya lo ha intentado, cree bancos privados sin fijar siquiera estándares cualitativos». Fernández De la Vega agregó que quienes intentaron esa regulación, lo hicieron «desoyendo las recomendaciones de los expertos de todo el mundo y de las autoridades sanitarias internacionales, e introduciendo en nuestro sistema de trasplantes un factor de mercantilismo y de falta de seguridad».

Una red internacional

La también portavoz del Gobierno dijo que el decreto «pone especial cuidado en el funcionamiento de los bancos de cordón umbilical, permitiendo que se puedan guardar células y tejidos para su posible uso futuro, ya sea en la misma persona o en otras enfermas, siempre con plenas garantías de seguridad». «Para ello-añadió De la Vega- se fijan requisitos muy concretos y se permite el acceso a las muestras de cualquier enfermo que lo precise en el mundo a través de una red internacional de bancos de cordones y bajo estrictas condiciones médicas y de seguridad». Respecto a los bancos con fines autólogos (en el propio donante), se establecen una serie de requisitos como que la información que se suministre a la familia sobre las posibilidades de estas prácticas sea veraz, fidedigna y supervisada por Sanidad.