David Gilabert, Sueca

La casa del escritor Joan Fuster ha vuelto a convertirse en el blanco de los grupos valencianistas más radicales. La mítica vivienda del carrer Sant Josep de Sueca apareció ayer con diversas pintadas en la fachada alusivas a la Batalla de Almansa así como insultos al autor de Nosaltres els valencians, al que en los grafittis se le califica de nazi .

En esta ocasión los autores de las pintadas han dibujado una mirilla en la fachada de la que fuera la vivienda de Fuster a modo de señalar en inmueble como un claro objetivo de futuras agresiones.

Además de los insultos a Fuster, en esta ocasión los autores de las pintadas han sido más reivindicativos que en anteriores atentados contra esta casa y han recordado la batalla de Almansa, de la que precisamente esta semana se han cumplido 300 años.

Asímismo, el texto pintado señala «300 anys de botiflers» y una flecha indicado la puerta de entrada de la casa. Esta alusión sin sentido se completa con la inscripcción «Kale Barraca» (sic) y una gran senyera sobre la puerta de madera de la vivienda. En la puerta también aparecía una senyera sobre las siglas N.V.

Estas pintadas se han extendido al monumento dedicado a Fuster ubicado en la Plaça de l$27Ajuntament desde 1993. Con la misma pintura azul, la habitual de los grupos radicales del valencianismo tricolor, el pedestal que sostiene el busto de Joan Fuster ha servido para volver a pintar una mirilla y añadir la franja azul a la cuatribarrada esculpida sobre la piedra.

Intolerancia

Tras descubrir las pintadas, el alcalde de Sueca, Salvador Gil, condenó los hechos y calificó de «intolerantes» a los autores. Según Gil, los grupos radicales que se esconden tras las pintadas han aprovechado el 25 de abril para volver actuar, «y además pocas horas después de que se impidiese cortar la señal de TV3 en Alicante. Esta ha sido su respuesta» , dijo el primer edil.

Gil señaló que este mismo lunes el monumento sería limpiado y que pondría en conocimiento de la Generalitat Valenciana los desperfectos ocasionados en la Casa Fuster, un inmueble adquirido por la Conselleria de Cultura.

La agresión de este fin de semana se produce apenas unos meses después de que la Casa Fuster fuera también objeto de los vándalos. De hecho, diferentes colectivos de corte secesionista han situado el inmueble en su punto de mira y periódicamente es objeto de agresiones de los grupos radicales.