Regina Laguna, Valencia Así, el Juzgado Central número 6 de la Audiencia Nacional, en Madrid, ha condenado a Mikel Orbegozo Echarri a 14 años de prisión por los delitos de integración en organización terrorista, falsedad en documento oficial con finalidad terrorista, tenencia ilícita de armas y resistencia a los agentes de la autoridad. Del mismo modo, condena a Sara Majarenas Ibarreta a 13 años por los mismos delitos, excepto la resistencia a los agentes de policía. Además, les absuelve del delito de tenencia de explosivos con finalidad terrorista al haber anulado el registro de la habitación donde se hospedaban y donde los agentes hallaron los explosivos.

De otro lado, la pena se reduce a la mitad también porque el tribunal no ha considerado la pena máxima del delito de pertenencia a organización terrorista al tratarse de dos integrantes de ETA recién salidos de la «kale borroka» , sin antecedentes y sin delitos de sangre.

Al parecer, el atentado que presuntamente preparaban Mikel Orbegozo y Sara Majarenas en la Comunitat Valenciana iba a ser el primero como miembros de esta organización. Ambos eran, además, pareja sentimental y tenían 26 y 25 años, respectivamente, en el momento de la detención.

Tampoco se ha estimado el delito de atentado por parte de Mikel Orbegozo, lo que ha significado la atenuación de la pena al considerarse sólo el delito de resistencia. Para el tribunal, la finalidad de su oposición a la detención no era un acto terrorista sino que su conducta se produjo en su propio interés.

El 17 de febrero de 2005 se produjo la detención de Mikel Orbegozo y de Sara Majarenas cuando ambos salían de una céntrica pensión de Valencia. Eran las ocho de la mañana cuando dos agentes de policía les requirieron la documentación, aún dentro del hostal. Mikel dijo que la tenía en el coche y, al salir, intentó escapar. Tras una persecución por la calle San Vicente, fue arrestado pese a oponer gran resistencia. Documentación falsa Mientras tanto, Sara Majarenas entregaba una documentación que resultó ser falsa y, al registrarle el bolso, hallaron una placa identificativa de la Guardia Civil. Entonces se declaró miembro de ETA al grito de «Gora ETA» y «Libertad para Euskalherría» .

Tras su detención, desde las 9.45 horas y hasta las 12 del mediodía, la policía procedió a registrar la habitación donde se hospedaban y donde hallaron material explosivo. Sólo al terminar, a las 12.10 horas, se comunicó al juez de guardia de la detención y solicitaron un «mandamiento de entrada y registro en la habitación número 5 de la pensión» . Aunque éste fue dictado con posterioridad por el Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional, esa diligencia es nula al quedar «viciada» por la anterior, que se hizo sin autorización judicial.