J. R. S./R. R., Valencia

¿Cómo es posible que un medio que trabaja sobre presupuestos cerrados los desborde sin que nadie haga nada? Esa es una de las preguntas que se desprende de este estudio, que recuerda que los aprovisionamientos superaron la asignación presupuestaria en 18 millones de euros, un 11,7 por ciento, debido a la compra de producciones ajenas. Por no hablar de los 12 millones extra que, tal como adelantó Levante-EMV esta semana, se destinaron sin control a cubrir la visita de 26 horas de Benedicto XVI a Valencia.

El total del gasto de 2006 supuso un aumento de un 17% respecto al presupuesto cerrado. Quizás por ello es por lo que la firma auditora, en el informe remitido a la Intervención General de la Generalitat, propone como plan de acción incrementar la producción propia y evitar en la medida de lo posible la compra de programas externos o su encargo. De esta forma, rentabilizaría las funciones de la plantilla, crearía un modelo de televisión propia y al mismo tiempo generaría ingresos y una mayor identificación con los espectadores. Hasta el extremo de llegar a afirmar en el plan de acción que "el Ente público RTVV y sus sociedades tienen que ajustarse a los presupuestos aprobados en las Cortes, así como cada departamento y área de gestión a los presupuestos aprobados para cada uno de ellos, y tratar de realizar la gestión más eficiente posible, como poner un mayor énfasis en la realización de las previsiones".

De hecho, el informe desvela que en pasados ejercicios se "ha reducido de manera importante la venta de programas de producción propia y la tendencia ha continuado en el ejercicio analizado". Y pone como ejemplo la disminución de las ventas de derechos de doblaje en un 20%, las de servicios de noticias un 22%, y las de derechos de programas propios, nada menos que un 79%. Esta tendencia al declive comenzó en 2004.