El misionero alicantino (Teulada) Vicente Berenguer, dedicado a labores humanitarias desde hace más de 40 años en Mozambique, ha asegurado hoy que la proliferación de organizaciones no gubernamentales (ONG) en África supone, en algunos casos, "una nueva forma de colonización" ya que a su juicio muchas de ellas no son necesarias e impiden el desarrollo de los pueblos.

Berenguer recibe hoy en Valencia el séptimo premio que anualmente concede la Fundación por la Justicia por su trabajo en defensa de los derechos humanos en Mozambique.

"Las ONG pueden considerarse actualmente como una nueva forma de colonización o de turismo. A pesar de que hay muchas honestas, con gente experta y necesarias, lo cierto es que han crecido como hongos en determinadas zonas de África e impiden a los nativos desarrollarse por ellos mismos", ha afirmado en una rueda de prensa.

"Hay algunas que incluso se niegan a colaborar con los gobiernos, que son los encargados de planificar el desarrollo, lo cual impide al país tomar las riendas de su futuro. Hay que tener en cuenta que la mayoría de estos cooperantes, con sueldos europeos, viven estupendamente en África, y que esos salarios se llevan la mayor parte del importe de las ayudas", ha señalado.

Asimismo, se ha mostrado crítico con las inversiones de los países europeos en este continente, pues a su juicio "el colonialismo no ha terminado". "El setenta u ochenta por ciento de las gambas que se consumen en España provienen de Mozambique. Si los nativos tuviesen barcas y tecnología esto no sucedería", ha dicho.

"Europa no se ha olvidado de África a pesar de haber abandonado las colonias, ya que sigue echando mano del continente sobre todo para abastecerse de materias primas", ha agregado.

Sin embargo, los aspectos más urgentes para el desarrollo en los países del sur del continente son, en su opinión, los educativos y sanitarios. "La formación es la base de todo, pero también existe mucha precariedad en medicinas y personal sanitario".

Vicente Berenguer es vicario parroquial de la Comunidad de San José de Ressano García (Maputo) en Mozambique, una labor que realiza desde 1967.

A pesar de que se muestra convencido de la importancia de su labor como sacerdote cristiano (en un país cuyo pasado más reciente fue marxista), Berenguer ha reconocido que en ocasiones ha tenido "el sueño" de secularizarse y crear una familia.

Sin embargo, sobre este mismo asunto defiende que "la iglesia en África trabaja de forma mucho más viva y popular, más cercana a la realidad".

A lo largo de toda su labor docente en Mozambique, Berenguer ha contribuido a la construcción y puesta en marcha de decenas de colegios. En 1976 fue nombrado director de la Escuela Industrial y Comercial de Tete.

Tras un breve paso por la cárcel (en 1979 por defender los derechos de los alumnos), pasó a trabajar en el Ministerio de Educación al lado de Graça Machel, esposa del entonces presidente de Mozambique, Samora Machel, y actual esposa de Nelson Mandela.

Más tarde le nombraron responsable del Servicio Nacional de Producción Escolar e incluso representó al país en diversos viajes oficiales, pero en 1990 dejó el ministerio y se dedicó a la puesta en marcha de escuelas de primaria y secundaria en diversos barrios de Maputo, labor por la que ha recibido el "Premio al Trabajo" del Ministerio de Educación en Mozambique.

Berenguer recibirá el premio de la Fundación por la Justicia, con una dotación económica de 18.000 euros, a las 19.30 horas en la iglesia del monasterio de San Miguel de los Reyes. Se lo entregará la alpinista Bogaletch Gebre, premiada el año pasado y presidenta del jurado.