Levante-EMV, Valencia

Pilar Martínez acudió hace un año y medio a un prestamista privado. Necesitaba pagar el piso en el que vive en Valencia, pero no podía acceder a un crédito bancario porque una deuda anterior la había llevado al registro de morosos. Se puso en manos de una financiera y aparentemente el dinero era rápido y fácil de conseguir a través de un préstamo puente, pero pocos meses después tenía la casa embargada y una orden de desahucio, explica.

Asegura que la han estafado y que le han cobrado intereses "abusivos", de más del 40%, una cifra que es ilegal en España, ya que supera el 29% establecido por la ley. De los 60.000 euros que solicitó a la financiera para pagar el piso, la deuda acabó por duplicarse y le exigieron 110.000 euros en pocos meses, según relata la afectada, que asegura que ni siquiera la sacaron de la lista de morosos. Su abogada confirmó que ha presentado una demanda ante el juez contra la financiera.

Como no pudo afrontar el pago, la financiera, que responde al nombre de Finanziamar y tiene sede en Valencia, se quedó con su casa de la calle Padre Luis Navarro, en el barrio del Cabanyal.

Ahora, Pilar Martínez, que está de baja por depresión y tiene un hijo, ha iniciado una cruzada para tratar de revertir la situación y acusa de estafa a quienes le prestaron un dinero, que, en aquel momento fue fácil de conseguir pero que ha acabado por dejarle sin vivienda. "Me han amargado la vida, yo lo que quiero es que no estafen a nadie más, que esto no quede impune", dice Martínez.

Este diario intentó conocer la versión de la financiera sobre el caso, pero pese a las reiteradas llamadas a la sede de la firma en Valencia no fue posible hablar con su responsable para que diera su versión sobre el caso de Pilar Martínez. Finanziamar se presenta en su página en internet como una firma de capital privado para realizar cualquier compra hipotecaria y se dirige a aquellas personas que no pueden gestionarla a través de bancos y cajas.

Proliferan las firmas de dinero rápido

Ni Adicae ni Ausbanc, las dos asociaciones que defienden los intereses de los consumidores frente a entidades bancarias tienen cifras del número de personas que acude a la refinanciación de deudas y a los prestamistas particulares, pero aseguran que el número de empresas que se dedican a prestar dinero a intereses muy elevados no para de crecer como se comprueba en los numerosos anuncios televisivos matinales, y más en tiempos de crisis.

El delegado de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), José Antonio Pérez, advierte de que estas entidades tienen la posibilidad de marcar "un interés superior al normal del dinero" y remarca que "obligan a firmar ante notario, por parte del cliente que se recibe más dinero del que se presta", añade.

Por su parte, desde Adicae confirman que se han disparado las consultas sobre créditos rápidos y aconsejan a los usuarios mirar al detalle las condiciones y que sean conscientes de que que acabarán pagando más por el dinero si optan por este tipo de financiación.

El Defensor del Pueblo ha puesto en marcha una investigación sobre las empresas de reunificación de deudas e incluso envió una queja al Ministerio de Economía, que ya ha dado los primeros pasos para regular esta actividad, la del préstamo privado, al que recurren personas con necesidades graves de liquidez, pero que no pueden optar por entidades bancarias.