Teresa Domínguez, Valencia

Valenciaport, la marca comercial del puerto de Valencia se jacta de haberse convertido en el mayor operador marítimo de contenedores de España. En 2007, el puerto de Valencia manejó más de tres millones de contenedores, la mayoría de los cuales tenían por destino final este punto -Algeciras supera a Valencia en número total de contenedores, pero cerca de un 60 por ciento de ellos están en tránsito, esto es, llegan en los grandes mercantes transatlánticos que descargan para que las mercancías sean llevadas a destino por embarcaciones más pequeñas que luego recorren el Mediterráneo.

Ese indiscutible éxito económico y comercial ha traído, sin embargo, otras consecuencias menos honrosas. La principal, que el recinto portuario del cap i casalse haya convertido ya en la principal puerta de entrada de cocaína para toda Europa. Así lo confirman todos los estudios realizados en los últimos años por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).

Sólo en 2007, la policía nacional, la Guardia Civil y la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA) interceptaron en el puerto valenciano al menos 3.230 kilos de este estupefaciente. De las algo más de 50 toneladas aprehendidas por España en ese año, según cifras del Informe Anual de las Drogas 2008 de ONUDD, sólo un 11 por ciento (5,5 toneladas) fue confiscado en los recintos portuarios, generalmente bajo la fórmula de la entrega controlada judicialmente -se sustituye la droga por sal común y se espera la llegada de los narcos-. La mayor parte, el 66 por ciento (33 toneladas), lo fue en alta mar, mucho antes de llegar a aguas jurisdiccionales españolas.

Así las cosas, esos 3.230 kilos detectados tras su entrada por el puerto de Valencia convierten a éste en el mayor coladero de cocaína de toda Europa. Los otros puertos calientes españoles son, obviamente, Barcelona, Algeciras, Vigo y, en menor grado, Bilbao, pero ninguno supera las cifras del de Valencia, donde se incautó el 60% de la confiscada en toda España.

Sólo se detectó coca en seis

Existen distintos factores que han propiciado esta situación. El primero, como recuerdan los responsables de la Autoridad Portuaria valenciana, su posición de mayor puerto de contenedores de España, y el segundo, su condición de entrada natural de mercancías desde Suramérica, tres de cuyos países -Colombia, Bolivia y Perú- son los mayores productores mundiales de coca. Un ejemplo: sólo en 2007, el puerto valenciano recibió 160.011 contenedores de mercancías provenientes de los siete países más utilizados por los narcos.

Pese a la supuesta inversión en investigación promulgada por los sucesivos ministros del Interior, sólo se encontró cocaína en seis de ellos. ¿Cuántos más traían cargamentos de esta droga? Nadie se atreve a aventurar un cálculo, pero el que se intuye por pura probabilidad justifica sobradamente las conclusiones del último informe de la ONUDD: España es el país con mayor número de consumidores de cocaína de todo el mundo, por encima incluso de Estados Unidos. Es más, por cada europeo que la consume, hay cuatro españoles que lo hacen.

Pero se dan otras condiciones que convierten al puerto valenciano en idóneo para las grandes redes del narcotráfico, como el hecho de que sea, en sentido figurado, el puerto natural de Madrid, donde se encuentran algunos de los principales clientes de las redes colombianas del tráfico de coca a gran escala.

Sin olvidar, claro, el escaso control en los accesos al recinto portuario y la más bien pobre capacidad de inspección, auspiciada por el reducido número de recursos humanos y materiales frente al ingente y creciente movimiento de mercancías, así como por las consecuencias comerciales y económicas que derivarían del incremento de esas revisiones de contenedores bajo sospecha.