Levante-EMV *

La mayoría de los castillos valencianos se encuentra en fase terminal. Son numerosas las fortalezas que se encuentran en estado ruinoso ante la pasividad de la Administración valenciana. La ausencia de ayudas de la Generalitat para rehabilitar estas contrasta con el apoyo para restaurar el patrimonio eclesiástico. Al final el peso recae en numerosas ocasiones en las raquíticas arcas de los ayuntamientos pero, como se ve, no es suficiente.

En l´Horta, el Gobierno central ha aportado la mayoría de las ayudas para rcuperar el Castell de Alaquàs y la Torre de Torrent. En el primero de los casos, el Gobierno central otorgó una ayuda inicial de 2,4 millones de euros, a cargo del 1% cultural de los ministerios de Fomento y Cultura. Posteriormente, el ministerio de Administraciones Públicas ha aportado 2,2 millones de fondos Feder. La única ayuda de la Generalitat ha sido de 450.000 euros, que llegarán al consistorio -promotor de la adquisición y la reforma- en diez años.

En el Camp de Morvedre el Castillo de Beselga situado en Estivella, tras el derrumbe de una sus paredes, la Conselleria de Cultura restauró la pared que quedaba en pie, después de unas «gestiones directas» de su alcalde Robert Renau.

Además, también se ha reparado la torre almohade tanto exterior como interiormente, una restauración inserta en el Plan de Rehabilitación de la Diputación de Valencia y en la que se invirtieron unos 100.000 euros. Esta rehabilitación permitirá un futuro proyecto de museización de la torre para la que ya se ha pedido ayuda europea.

Menos suerte han tenido otras localidades de la comarca que aún están esperando la redacción, por parte de la Dirección General de Patrimonio, de un Plan Director para poder actuar sobre sus monumentos más emblemáticos.

El Ayuntamiento de Torres Torres sigue a la espera de que se redacte este plan para llevar a cabo una restauración completa de su castillo, que aún conserva dos de sus torres de vigilancia. «Hace más de tres años que se comprometieron en redactarlo pero seguimos esperando», explicaba el alcalde Agustín Melchor. El primer edil apuntaba que desde el consistorio «se está presionando» a la Conselleria pero que «ahora ya no están por la labor».

Petrés y Segart esperan ayudas para restaurar sus castillos.

Aunque el nombre de Sagunt está íntimamente ligado al patrimonio, su castillo -que aún conserva sus huellas iberas- auténtico emblema visual del Camp de Morvedre, también se encuentra a la espera, tampoco tiene plan director alguno. Sin embargo, el Ministerio de Cultura ha iniciado los trámites para su redacción y estaba prevista la colaboración del arquitecto Manuel Portacelli. A pesar de esto, la edil de Patrimonio y Contratación, Mª Teresa Peris, señalaba que «no es necesario tener este plan para poder llevar a cabo algunas actuaciones específicas».

De hecho, el ministerio ha invertido 37.479 euros en la restauración de murallas y, a través del ayuntamiento, un millón de euros en la creación de un nuevo acceso y la habilitación de un centro de visitantes.

Ocho de los trece castillos de la Costera, la Canal y la Vall d´Albaida se deterioran por la falta de ayudas públicas para su restauración. Es el caso de Vallada. La fortaleza que corona el cerro de la Umbría, de época islámica, se encuentra en estado ruinoso. Pero aún se conserva una parte importante del lienzo de la muralla y las dos torres. Por ello, el consistorio que preside Fernando Giner (PP) encargó en 2005 la redacción de un proyecto para la recuperación del monumento. El proyecto fue presentado a las ayudas del Ministerio de Fomento por el 1% cultural, que lo rechazó.

Ahora, cuenta Giner, el ayuntamiento va a solicitar el respaldo económico de la diputación para restaurar el castillo.

En la línea de defensa del valle del río Cànyoles se encuentran los restos del castillo de Moixent, también de época musulmana. Siguen en pie los basamentos y tramos de murallas, pero ante todo destaca dos de sus torres vigía. Una, la torre dels coloms, fue restaurada hace una década con financiación de la Conselleria de Cultura. Pero ahí acabó todo. Según dijo ayer el alcalde de Moixent, Vicent Dubal, «para el ayuntamiento es imposible acometer una restauración del castillo, pero es que además está muy deteriorada», por lo que no representa una prioridad solicitar subvenciones para la rehabilitación de la fortaleza.

En Enguera sigue en pie, y en relativo buen estado, el castillo situado en un cerro de la localidad.

Muy cerca se alza el castillo medieval de Bolbaite, de propiedad privada durante 500 años hasta que hace nueve meses el ayuntamiento -con la ayuda de la diputación- adquiriese la fortaleza. La administración local encara primero la financiación en tres años de la compra (85.000 euros), pero ya intenta lograr subvenciones para la restauración del monumento a través del proyecto en el que trabaja la conselleria. No en cambio para Navarrés. Su concejal Tomás Prieto asegura que, dado «el estado ruinoso» de su fortificacióny a que se encuentra en «una zona bastante inaccesible», el ayuntamiento no se plantea la restauración de su castillo.

*Una información elaborada por Laura Sena, Antonio J. Fresno y Paco Cerdà