Juanjo García Gómez, Valencia

El pailebote Pascual Flores, cuyo coste de más de 4,1 millones financiará el Consell al Ayuntamiento de Torrevieja mediante el alquiler como buque-escuela de la Generalitat durante 99 años, sólo tiene capacidad para transportar a diez pasajeros, además de ocho personas de la tripulación, según desvela el protocolo de colaboración que el 29 de julio de 2004 firmaron en Torrevieja el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el alcalde y actual diputado autonómico, Pedro Hernández Mateo. Camps visitó hace semanas el barco, cuya restauración ha concluido ahora. La inauguración oficial y firma del contrato por el Consell está pendiente de la decisión política.

Una decisión que, en medio de una grave crisis y con el Consell buscando fondos para paliar el hundimiento del empleo, se antoja complicada, máxime cuando el Consell ya tiene un buque-escuela, el Tirant I. El proyecto de restauración, según el documento, indica que el objeto del barco es "que se constituya como un buque de representación" y como "muestra flotante de la construcción naval de Torrevieja en épocas pasadas". El ayuntamiento había adquirido en 1999 el velero, que se encontraba en un estado ruinoso. Estuvo en dique seco hasta que en 2004 el Consell de Camps salió al rescate de uno de los primeros alcaldes alicantinos que dieron el salto al campsismo garantizándole, a través del alquiler, que le reintegraría el coste de la rehabilitación (3,5 millones) y el resto de gastos.

El barco estaba tan deteriorado que prácticamente se ha hecho todo nuevo. De hecho, el protocolo igual alude a la "restauración" que al "proceso de reconstrucción". El Consell diseñará anualmente el "proyecto de actividades" del barco, entre las que "estarán presentes las de la enseñanza de la navegación clásica a vela, la participación en grandes eventos náuticos y las actividades de promoción de la cultura de la mar valenciana". El proyecto de actividades será aprobado anualmente por una comisión mixta Consell-ayuntamientos.

"Una paseadora para diez personas"

La diputada del PSPV, Lola Gay, censuró el "despilfarro" con el que Camps "gestiona el dinero público", al lanzarse a este gasto sin definir exactamente la utilidad de la inversión. "No es lo mismo una paseadora para diez personas que un buque-escuela, ni política ni económicamente", remató.