El procedimiento abierto en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV) para investigar a aforados valencianos en relación con el 'caso Gürtel', derivado del juzgado de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, "sigue su curso", según informaron en un comunicado fuentes del alto tribunal valenciano. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el actual jefe de Protocolo de la Diputación de Valencia, Rafael Betoret, que declararon hoy por un presunto delito de cohecho, se mantienen como imputados.

En un comunicado, el TSJCV informó que "tras las declaraciones de esta mañana, el procedimiento sigue su curso". Hasta la fecha, han declarado, en calidad de imputados, el secretario general del PPCV y portavoz 'popular' en las Corts Valencianes, Ricardo Costa, y el ex vicepresidente y ex conseller Víctor Campos, que declararon ayer y para los que el instructor no adoptó ninguna medida cautelar, y el gerente de Orange Market, Álvaro Pérez, imputado por Baltasar Garzón y que compareció hoy ante el magistrado con la misma condición.

La próxima comparecencia señalada será la del sastre José Tomás, que comparecerá mañana en calidad de testigo. Asimismo, el magistrado instructor de la causa acordó también llamar a declarar como testigos a todas las personas que han autorizado contratos entre la administración de la Generalitat Valenciana y la empresa Orange Market S.L, y a quienes formaron parte de las mesas de contratación. Asimismo ha acordado que se practique una pericial contable.

CAMPS: "ESPERO QUE VAYA LO MÁS RÁPIDO Y LO MEJOR POSIBLE"

El president de la Generalitat, Francisco Camps, se ha mostrado "muy contento y satisfecho" de haber podido contar hoy al juez instructor del "caso Gürtel" "la verdad" sobre su supuesta relación con una trama de corrupción en el PP y ha expresado su confianza en que "esto vaya lo más rápido y lo mejor posible".

Camps ha hecho estas declaraciones a los periodistas a su salida del Palacio de Justicia, donde ha declarado como imputado durante 45 minutos por un supuesto delito de cohecho relacionado con la trama de corrupción del "caso Gürtel", y ha estado acompañado por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y sus tres vicepresidentes.

El jefe del Consell, quien ha abandonado la sede del Tribunal Superior de Justicia en su coche oficial después de que decenas de seguidores le rodearan y cortaran el tráfico, ha señalado que tenía "muchas ganas de poder contar la verdad". "Y ya la he contado", ha añadido.

Francisco Camps ha atendido brevemente a dos grupos de periodistas -por un lado los audiovisuales y por otro los escritos y radiofónicos- antes de volver a saludar a varios simpatizantes que han permanecido desde primera hora de la mañana frente al Palacio de Justicia coreando lemas de apoyo y enfrentándose verbalmente con un grupo de sindicalistas que exigía la dimisión del president.

Por su parte, Barberá y los tres vicepresidentes del Consell han coincidido posteriormente en señalar que han visto "fenomenal" a Camps tras su comparecencia ante el magistrado de la Sala de lo Civil y lo Penal del TSJCV.

La declaración de Camps se ha producido un día después de la fecha inicialmente fijada por el magistrado instructor del caso, José Flors, ya que el abogado del president tenía que estar ayer presente en otra declaración señalada con anterioridad por otro órgano judicial.

Según las investigaciones desarrolladas por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón antes de inhibirse en favor del tribunal valenciano, Camps adquirió trajes en diferentes tiendas por valor de 12.783 euros que fueron pagados por Orange Market, una de las empresas vinculadas a la trama supuestamente liderada por Francisco Correa.

El auto de inhibición señalaba que el president de la Generalitat recibió los trajes a cambio de otorgar adjudicaciones a esta sociedad entre 2005 y 2009 por valor de unos cuatro millones de euros.

Según concretaba ese auto de Garzón, Camps acudía a Madrid a instancias de Álvaro Perez, conocido como "El bigotes" y que se encuentra ya declarando en el Palacio de Justicia, con el fin de adquirir ropa en las tiendas de Milano y Forever Young, en las que trabajaba el testigo José Tomás.