La Generalitat, ahogada por la crónica falta de liquidez, tampoco pagó, por primera vez, las transferencias al Legislativo con la regularidad a que viene obligada. Nada menos que 15.940.692 euros dejó el Ejecutivo pendiente de abonar al Parlamento, lo que le acarreó a éste un cierre negativo de 5.741.877 euros. Un "déficit" que no es tal por la deuda del Consell. Este "desahorro" (diferencia entre unos gastos de 29 millones y unos ingresos de 23,3) no tiene nada que ver con los 3,5 millones de "números rojos" con que se cerró 2006, último ejercicio completo del ex presidente De España, cuando la causa del déficit no fue imputable al Consell sino a que se gastó más de lo que se ingresó.

Con todo, el desajuste no tiene consecuencia en la Cámara, ya que, por vía paralela, se arrastra un remanente de tesorería -los llamados "ahorrillos"- que al cierre de 2007 todavía ascendía a 22,8 millones, frente a los 31 de 2007. No obstante, obligaciones pendientes de aplicar reducen la hucha a sólo 16 millones, frente a los 24 de 2007 que quedaron realmente tras realizar un ajuste similar. La reducción de los "ahorrillos" al retomar la ampliación del complejo parlamentario fue del 33% en un año. j. g. g.valencia