Ocho jóvenes activistas se desnudaron esta mañana en la Plaza de los Pinazos de Valencia para reivindicar que existen "productos alternativos" a aquellos que utilizan pruebas de "crueldad extrema" en la fabricación de productos cosméticos e higiene.

Las activistas escenificaron en un acto que "ducharse por la mañana puede ser cómplice de la muerte de miles de animales". Las jóvenes simbolizaron en la vía pública "el asesinato de animales" con la utilización "de sangre a modo de champú", una sangre que provenía de un conjunto de conejos fabricados en cartón, situados alrededor de ellas, según explicó a Europa Press la coordinadora valenciana de AnimaNaturalis, Elisa Arteaga.

La coordinadora de la ONG informó que el principal objetivo del acto es "llamar la atención del público para que prefiera los productos no probados en animales, para fomentar esa práctica ética y responsable con la vida de todos los seres sensibles". Por ello, otro grupo de 15 jóvenes repartieron folletos informativos a los curiosos que observaron la performance.

En este sentido, Arteaga señaló que cada año mueren alrededor de diez millones de animales en este tipo de pruebas sólo en Europa, a pesar de que "no existe ninguna necesidad de seguir haciéndolo ni ley que lo obligue".

Las pruebas más comunes son el Test Draize, donde se aplican sustancias químicas en los ojos de animales conscientes, la mayoría de ellos conejos. La irritación puede ser tan extrema que desarrollan úlceras y se quedan ciegos. "El test se detiene cuando muere el 50 por ciento de unos 200 animales necesarios para realizar una prueba", destacó la coordinadora.

"Existen cientos de alternativas a la experimentación en animales, e incluso la Comunidad Europea se ha dedicado a homologar esas técnicas para probar su fiabilidad y promover su uso", explicó Elisa Arteaga. Sin embargo, denunció que "algunas empresas prefieren usar animales porque sus vidas son baratas".