Las sociedades patrimoniales de Francisco Correa, gestionadas por Ramón Blanco Balín y cuyo capital estaba controlado por mercantiles radicadas en el extranjero, diversificaban el riesgo de inversión al tiempo que lavaban el dinero que salió moreno de España y regresó blanco. Altea, Barcelona, Majadahonda o San Roque son algunas de las ciudades elegidas por el jefe de la red Gürtel para invertir su inmensa recaudación en negro, obtenido por los actos organizados al PP o con la comisiones por las adjudicaciones de varios ayuntamientos de Madrid, según la policía. f. a. valencia