El doctor Pedro Cavadas, que recibió la Alta Distinción de la Generalitat, dio ayer otra lección, esta vez de humildad. A preguntas de los periodistas, el cirujano dijo sentirse «abrumado» por el galardón, que calificó de «muy importante». Cavadas, uno de los artífices de los logros alcanzados por la Comunitat en materia de trasplantes, confesó su emoción por «compartir asiento con gente de la talla de la viuda de Vicente Ferrer». «Pensar que te están dando el mismo premio que a él es que es claramente inmerecido», agregó.

No obstante, puntualizó que si lo que se premia es el trabajo, el esfuerzo, y el entusiasmo, «sí es merecido» pero, por lo demás, «trabajando como todos», puntualizó. Cavadas tuvo un gesto imborrable, al ponerse en pie aplaudiendo a la viuda de Vicente Ferrer en reconocimiento a la labor que desarrolló el cooperante y su esposa. El doctor Cavadas y su equipo de cirugía reconstructiva y cirugía de la mano llevaron a cabo en 2006 en La Fe el primer trasplante de antebrazos y manos de España. Su último logro ha sido el primer trasplante de cara en España realizado en agosto.

Camps destacó de él la «excelencia profesional», así como su «espíritu solidario, generoso y de compromiso». «Es feliz haciendo feliz a otros y su labor con la Fundación que ha creado para proporcionar cirugía reconstructiva moderna a pacientes desfavorecidos de países africanos dice mucho de su persona».