Ha sido «duro pero muy bonito y emotivo», destacó ayer Mercedes Caballero tras llevar en procesión la Senyera, que pesa más de 20 kilos. No es tanto el peso como «el equilibrio, sobre todo, si hay viento», declaró la concejala socialista quien mostró las medias destrozadas por el roce de asta de la insignia entre las piernas. Caballero daba por seguras las agujetas.

El sol y el calor acompañaron los actos del día de la Comunitat. Dentro de la catedral, Francisco Camps, objetivo principal de los «flashes» de los reporteros, sudó lo suyo.