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A las diez de la mañana, ante la puerta principal de las Corts, un grupo de ecologistas, disfrazados de pájaro, teatralizaba la muerte de las aves mediante el "parany" (un método de caza basado en la trampa, el engaño), mientras varias decenas de personas los increpaban. Todo un augurio. Los periodistas aguardaban a Costa y a Camps, pero éstos -otro ardid- accedieron al edificio por una calle cerrada por las obras.

A esa hora, en la Sala Vinatea se concentraban diputados y consellers, a la espera de Costa. "Estamos en rebeldía ante Génova", confesaban varios parlamentarios, pensando que el ex "número" dos iba a ocupar su puesto de portavoz. No fue así. Costa ya estaba en el grupo recibiendo de Camps el certificado de defunción política. A las 10 y 25 minutos, los diputados abandonaron la Sala. "¡Al grupo, que vayamos al grupo!", decían, en referencia a los despachos del PP en el Palacio de Trénor, que está conectado con el de las Corts. En fila india, diputados y miembros del Consell peregrinaron, ante la mirada atónita de los periodistas, hacia el grupo.

"Son amables y agradables"

Al llegar al pasillo de acceso al Palacio de Trénor, el personal del grupo popular impidió el acceso a los periodistas, con el argumento de que todos no cabrían en las dependencias del PP. La presidenta, Milagrosa Martínez, se cruzó con el portavoz socialista, Ángel Luna, al que explicó que el pleno se retrasaría. ¿Cuánto? "Un café". Eran ya las 10:30 horas, hora prevista de inicio. La sesión no se iniciaría hasta las 10:55. En la reunión, Costa rompió a llorar al oír de Camps el relevo. No dejó de hacerlo durante la breve reunión. Y eso que el presidente todavía le "vendía", contra toda evidencia, que el cese es "temporal".

A la salida de las Corts, el jefe del Consell habló a los periodistas sin dejar de caminar hacia el coche oficial. "Ahora, a seguir con nuestra tarea al servicio de los valencianos", dijo. Ante las preguntas, respondió: "Son ustedes muy amables y muy agradables, gracias", y se metió en el vehículo. Un diputado del PP aún sacaba fuerzas para una amarga ironía: "Íbamos a debatir sobre el 'parany' -una propuesta firmada, curiosamente, por Costa- y, qué cosas, el primer 'pardalet' que cae es él. Camps 'l'ha enviscat'".

césar augusto asencio

Negó el Holocausto en 1979 pero pide perdón

Un artículo de opinión publicado en el diario Información hace treinta años en el que César Augusto Asencio negó el Holocausto judío es la carta de presentación como nuevo secretario general del PPCV en funciones que ayer Iniciativa del Poble Valencià puso sobre la mesa para solicitar su cese inmediato. En el artículo, Asencio afirmaba: "Mucho habría que hablar sobre los campos de concentración alemanes y sobre el mito de los seis millones de judíos exterminados. Un estudio detallado nos demuestra que todo esto es falso." Ayer Asencio pidió perdón por estas palabras que atribuyó a la "ignorancia" y a una "irreflexión de juventud". El artículo, recordó, lo escribió con 17 años. Dos años después ingresó en AP e inició una carrera de 28 años como "demócrata".

Nacido en Alicante en 1962, fue uno de los primeros apoyos del presidente del PPCV en su pugna con los "zaplanistas" en esta provincia, lo que también le ha valido las antipatías de la dirección provincial que preside Joaquín Ripoll. Abogado y alcalde de Crevillente desde 1995, es secretario de Política Autonómica y Local desde el último congreso regional, cargo que mantiene. Fue portavoz de la Diputación de Alicante entre 1991 y 2007. Hace meses lo hicieron portavoz adjunto.

Rafael maluenda

La experiencia y la lealtad al que manda

El nuevo portavoz del PP en las Corts es la voz de la experiencia. Nacido en Monóvar (Alicante) en 1941, es uno de los dos diputados históricos del Parlamento valenciano, ya que, junto a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, forma parte del hemiciclo desde la primera legislatura, constituida en 1983, y es uno de los máximos conocedores del reglamento de la Cámara. Como Asencio, es miembro de la vieja guardia de AP, a la que ha tenido que recurrir Camps tras el sacrificio de Costa.

Rafael Maluenda es un superviviente de la política. Sólo así se explica que siga en la primera línea tras 27 años. Durante la etapa de zaplana, fue el mayor de los zaplanistas y, tras el ascenso de Camps, se convirtió en el primer campsista de Alicante. En los plenos, suele arrancar la claque popular con aplausos fervorosos hacia el jefe del Consell. Él se considera un "hombre de partido". Maluenda, quien ha sido vicepresidente y secretario de la Mesa de las Corts, así como portavoz adjunto desde la tercera legislatura y coordinador de la actividad del grupo, es el mayor conocedor de la Cámara y trabajador incansable. No hay papel que no mire. Con Asencio, dos alicantinos, y campsistas, se sitúan en puestos clave.