?Ana Michavila abandonó ayer de forma oficial su cargo de jefa de gabinete del presidente de la Generalitat, Francisco Camps. La suya era una marcha conocida desde hace meses, pero se produce cuando Camps, acosado por el escándalo del caso Gürtel, atraviesa uno de sus peores momentos políticos. Michavila se va, pero deja su puesto bien custodiado.

Su sustituto, el hasta ahora director general de Economía, Pablo Landecho, es una persona de su confianza, por lo que la "hermanísima" se garantiza un interlocutor directo cuando ponga tierra de por medio. La hermana del ex ministro de Justicia, José Maria Michavila, se marcha a Madrid, donde tiene ahora su domicilio familiar, después de diez años siendo la sombra del presidente valenciano y la persona que mayor predicamento ha tenido sobre él. Michavila considerada como el alter ego de Camps se va, según afirma su círculo íntimo, porque, tras años de estar en la primera línea, quiere descansar y dedicar tiempo a su familia.

No obstante, otras fuentes aseguran que la relación entre Michavila y Camps se ha resentido precisamente como consecuencia de la relaciones del presidente con El Bigotes, unas amistades peligrosas de las que sin éxito Michavila habría alertado al jefe del Consell. Aunque su entorno niega este extremo de forma categórica, el hecho de que diga adiós precisamente en la que ha sido una semana trágica para Camps abona la tesis de que los íntimos lazos que unían a ambos se han desecho.

Sea como fuera, Michavila ha ejercido influencia en Camps hasta el último momento, ya que, según las fuentes consultadas, ella misma fue la que propuso a Landecho como su relevo. Eso sí, el ya ex director general de Economía, no es un extraño ni para Camps ni para Presidencia. De hecho comenzó su carrera política entre las paredes del Palau de la Generalitat como asesor el primer año de Gobierno de Camps. Landecho dejó el despacho de abogados Broseta para formar parte del primer equipo que trabajó en el departamento de Análisis y Gestión de Presidencia a las órdenes de Michavila. En aquellos años, en los que asesoró sobre todo en temas económicos, se labró la confianza tanto de Michavila como del presidente. En su segunda legislatura, el presidente Camps premió su trabajo enviándole a la Conselleria de Economía y Hacienda como director general. Su nombramiento se interpretó entonces como un reconocimiento a su labor, pero también como una extensión del dominio Michavila a otros departamentos.

Landecho, de 38 años de edad, tiene un perfil mucho más técnico que político. De hecho, se afilió al PP a su llegada al Palau de la Generalitat en 2003. Con las bendiciones de Michavila y del sector cristiano del partido que encabeza el vicepresidente Juan Cotino, Landecho tiene ante sí una complicada tarea. Su puesto, es, sin duda, uno de los más sensibles del organigrama de la Generalitat y lo ocupa en un momento de gran debilidad para el presidente.

Tendrá que hacerse hueco

Aunque Landecho ya estuvo en la sala de maquinas de la Generalitat tendrá que hacerse su propio hueco en un territorio donde las competencias de Comunicación y Organización a veces se superponen. La relación que el ex director general de Economía establezca con la secretaria autonómica de Comunicación, Nuria Romeral, será clave dado que ésta, tras la marcha de Michavila, se convierte en la asesora de mayor confianza del presidente.

Por su parte, todo a punta a que Michavila, tras trece años en la actividad política, tiene su futuro más inmediato en la empresa privado. Seguirá los pasos de su hermano, quien recientemente dejó su escaño en el Congreso de los Diputados. De momento, sin embargo, según su círculo de confianza, se dedicará a descansar. Tiene garantizados tres meses de paro.

Un economista con cintura política

Sólo por contraste con el carácter frío y distante de su antecesora, el fichaje de Landecho fue recibido ayer en los corrillos de Presidencia con alegría. El celo de Michavila en controlar todo aquello que afectaba al presidente y el creciente poder que ejercía (por encima incluso de los consellers) le granjeó no pocos enemigos. De ahí que muchos en la Generalitat estan contentos con el recambio. Landecho y Michavila son personas muy preparadas (ambos tienen un extenso currículum), pero difieren, según testimonios, en el talante. De hecho, al ex director general de Economía se le considera una persona de trato amable, con cintura política, e incluso con un sentido del humor del que Michavila carecía o al menos ocultaba en su trato diario. De 38 años de edad, casado y padre de tres hijos, Landecho es Master en asesoramiento fiscal de empresas y licenciado en Ciencias Económicas y empresariales por la Universidad de Navarra. Su currículum en el ámbito privado es extenso, ya que ha trabajo en importantes despachos de abogados, entre ellos, Broseta, Garrigues y Asesores Tributarios.