El día en que Camps rompió a llorar

La noche en que Ricardo Costa se hizo fuerte en la sede del PPCV y emitió un comunicado negando lo asegurado en el de la dirección nacional del PP pasaron muchas más cosas que aún no se han contado. Una de ellas es que Camps rompió a llorar cuando Rajoy le indicó que se dejara de excusas y despidiera a Costa. Al parecer argüía que en su vida no había echado a nadie, ni a la asistenta, y que no sabía cómo comunicarle a Costa que no tenía más remedio que prescindir de él.

Los que cuentan para el relevo

En Génova, por lo demás, están ya preparando el relevo de Francisco Camps por si hubiera que cambiar de caballo en mitad del río. Todo apunta a que no cuentan con Esteban González Pons, de cuyo trabajo como vicesecretario de comunicación del PP no están especialmente satisfechos, y que saldrían del paso con Rita Barberà mientras daban con un candidato/a de una perfil más elevado. Lo mejor, sin embargo, es que tienen en muy buen concepto al tercer componente de la peña del bar El Agujero, el vicepresidente segundo y conseller de Economía, Gerardo Camps. Y que le auguran un gran porvenir, a poco que no se malogre, al alcalde de Castelló, Alberto Fabra.

Pons mueve los hilos en RTVV

González Pons, mientras tanto, no para. Fuentes dignas de todo crédito aseguran que su mano está detrás de los cambios que se han producido en RTVV. A él le se atribuye el nombramiento de López Jaraba como director general y de Lola Johnson como directora de Canal 9. Abona esta creencia el hecho de que Vicente Sanz, el eterno jefe de recursos humanos del ente, esté haciéndole favores y difundiendo que es el nuevo jefe.

¿«Gürtelear» llegará al diccionario?

Boris Izaguire contó en la SER que se encontró con el presidente de la Diputación de Alicante, José J. Ripoll, y le preguntó: «¿Qué haces por aquí, "gürteleando"?» Le hizo tanta gracia lo que acababa de contar, que terminó pidiendo que la RAE admita el verbo «gürte-lear» en la próxima edición del diccionario.

De la Rúa, Blasco y la «maledicencia»

El latinismo «maledicencia» fue el término empleado el sábado en Ontinyent por el conseller Rafael Blasco para exculpar al presidente Camps de toda vinculación con la trama Gürtel. Resulta que este derivado del verbo maldecir lo había empleado el día anterior Juan Luis de la Rúa, presidente del TSJ-CV, durante su discurso del acto de apertura del Año Judicial.