Un grupo de profesionales del Centro de Investigación Príncipe Felipe -CIPF- está en contra de la gestión del director, Rubén Moreno. Los investigadores denuncian la falta de criterios científicos y la politización de la gestión. El CIPF, como ayer adelantó Levante-EMV, ha desmantelado 13 de los 25 laboratorios en cinco años.

Fuentes del sector crítico explicaron que 21 jefes de laboratorio firmaron una carta denunciando que "la situación era insostenible. El problema es que los cargos de gestión son políticos. Rubén Moreno no es un científico. Lo más decente que pudo hacer tras la carta firmada por los 21 jefes de laboratorio era dimitir, pero sigue en su puesto".

Estas fuentes insistieron en que "hay una rebelión de los capitanes. Es el colectivo de investigadores el que denuncia la falta de criterios profesionales. El centro está funcionando de manera arbitraria. La ciencia es incompatible con el hostigamiento".

La crispación ha ido en aumento y se ha recrudecido desde mayo. Los trece laboratorios desmantelados fueron clausurados sin consultarlo con los miembros del comité científico asesor, que dimitió en su totalidad antes del verano de 2008. Los 21 jefes de laboratorio críticos remitieron en mayo una carta a los miembros de la comisión delegada y al presidente del patronato -que es el conseller de Sanidad, Manuel Cervera- revelando la situación sin haber obtenido respuesta alguna. Los investigadores solicitaban una reunión para "exponer los distintos problemas científicos y administrativos que actualmente dificultan la labor investigadora en el CIPF" y que "necesitan solución urgente".

Diecinueve jefes de laboratorio de un total de veinticinco emitieron a finales de noviembre una segunda carta al patronato y a la comisión delegada en la que manifestaban su rechazo al proceso de evaluación impuesto por la dirección.