La moda de la depilación integral -genitales incluidos-, la práctica deportiva en gimnasios con el añadido de compartir vestuarios y duchas que permite mirar y comparar y el afán estético de mejorar la imagen más íntima lleva cada año a centenares de mujeres a solicitar una intervención estética para rejuvenecer el aspecto de su sexo. Son la labioplastia (reducción de labios menores y estiramiento con relleno de los mayores), la reconstrucción del himen, la vaginoplastia y la liposucción del Monte de Venus.

La cirugía íntima de la mujer -históricamente ha sido la práctica estética más infravalorada- ha recuperado en los últimos meses protagonismo en los quirófanos de las clínicas de los cirujanos plásticos valencianos y está en boga precisamente porque ahora hay espacios comunes como los vestuarios de piscinas y gimnasios donde las mujeres pueden compararse y observar que un sexo que cuelga no es ni habitual ni hermoso.

Esta cirugía, que fue pionera en Suramérica, se hace en España más porque cada vez se exhibe más, según refiere el cirujano plástico Alberto Marina, que agrega que la intervención más demandada es la labioplastia. Sin embargo, cada año entre ocho y diez mujeres de etnia gitana, en su gran mayoría, y alguna musulmana acude a la consulta del especialista a solicitar una reconstrucción de himen.

Como dato curioso el especialista cita el caso de una mujer que decidió hacerse una reconstrucción de himen para sorprender a su marido en el aniversario de sus bodas de plata.

Esta intervención, cuyo precio oscila entre los 1.000 y 1.500 euros y dura una media hora, consiste en cerrar parcialmente la fina membrana (2 mm de espesor) del himen que puede tener múltiples formas. La reconstrucción consiste en unir los restos de la membrana inicial. Es una cirugía ambulatoria que se realiza con anestesia local y tiene una recuperación inmediata.

Las mujeres de etnia gitana que lo solicitan acuden por su cuenta aunque apoyadas por hermanas o tías y son mayores de edad. Es la operación de cirugía íntima femenina menos frecuente.

Labioplastia o ninfectomía

Por contra, la más solicitada es la labioplastia de los labios menores, también denominada ninfectomía que se realiza cuando éstos se descuelgan y descienden por debajo de los labios mayores. En algunas ocasiones se produce por herencia genética, aunque lo habitual es que influyan factores hormonales, la edad, haber tenido varios partos o haber practicado mucho sexo.

A lo largo de un año, el doctor Marina practica la labioplastia a unas treinta mujeres de todas las edades (de 18 a 55 años), algunas de las que también presentan asimetría al tener uno de los labios más descolgado que el otro. Como dato anecdótico, el especialista indica que ha operado a una madre y una hija con el mismo problema, de origen claramente genético.

El cirujano destaca que esta práctica quirúrgica todavía es una gran desconocida, "de hecho, una vez realizada la intervención comentan: 'si hubiera sabido lo que se puede mejorar, me lo habría hecho antes'". Eso sí, la mujer que vaya a someterse a una cirugía de este tipo debe exigir que la realice un cirujano plástico y estético.

No obstante, el doctor Marina apunta que este tipo de intervención a veces se hace por necesidad, "porque hay molestias en las relaciones sexuales o por llevar la ropa ajustada". La intervención, que es relativamente sencilla y dura unos 45 minutos, se realiza con anestesia local y puede costar de 2.000 a 2.500 euros. La técnica consiste en practicar realizar un corte parcial para eliminar el exceso cutáneo y coserlo con sutura reabsorbible que se cae en 14 días.

El especialista antes había un gran desconocimiento porque las mujeres no se comparaban, "pero ahora con los gimnasios, una ve si lo tiene más descolgado que otras y eso es lo que las anima a venir".

En el catálogo de cirugía íntima femenina también está la vaginoplastia que consiste en reducir el tercio externo de la vagina para remodelarla. "Para que el sexo sea más placentero se disminuye también el diámetro del orificio", agregó el cirujano que indica que los tejidos se atrofian y se vuelven más fláccidos después de varios partos, la edad o haber tenido mucho sexo. Esta operación que se realiza con epidural, sedación y media estancia puede costar de 2.500 a 3.000 euros.

Otras dos operaciones menos frecuentes son estirar los labios mayores con injertos de grasa que se obtiene del abdomen para darles turgencia y hacer una liposucción en el monte de Venus.