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El presidente Francisco Camps y el conseller de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco, explican en el prólogo -ilustrado con dos fotos de cada uno- que con la lectura del llamado manual de acogida "usted conocerá nuestras leyes, costumbres (...) nuestra historia...". Se dirigen a los inmigrantes de la Comunitat Valenciana para presentarles esta "útil herramienta que le ayudará en su proceso de integración". La historia de la Comunitat Valenciana que conocerán en las 14 páginas de recorrido desde la prehistoria hasta la actualidad ofrece una visión bastante dulce del franquismo, al que en ese apartado ni siquiera se califica como dictadura, si bien en el capítulo sobre historia de España se habla una vez de "régimen dictatorial". "De 1939 a 1975 se instaura un período conocido como Franquismo", explica el texto.

Por contra, el retrato de la II República resulta tan escueto como sanguinario. En los 19 centímetros cuadrados que ocupa la foto de cinco líneas sobre el "lustro republicano se habla de "quema de edificios religiosos y asesinatos, especialmente durante el año 1936". "Culminaron con la guerra civil española", agrega, sin hacer la más mínima referencia al alzamiento golpista del 18 de julio. La fotografía que se ofrece del complejo de la Ciudad de las Artes ocupa siete veces más espacio.

El manual editado por la Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía viene a ser el resultado último de aquella idea del contrato de integración promovida por Blasco. Aquella iniciativa se rebajó a unos cursos de conocimiento del medio social, a los que se pueden apuntar de forma voluntaria los extranjeros que lo deseen y que son impartidos por las ONG, colectivos de inmigrantes, asociaciones de amas de casa, entidades culturales, religiosas o sindicatos que han querido sumarse al programa.

Las diversas etapas con Franco

Es una de las vías para la obtención del certificado de arraigo que expiden los ayuntamientos cuando un inmigrante lleva tres años en España y demuestra además su voluntad de integrarse. Con ese certificado y otros requisitos exigidos por la ley se puede solicitar el permiso de residencia y trabajo. La Guerra Civil se liquida en cinco renglones y del franquismo se dice que pasó "por diversas etapas, una larga de hambre conocida como postguerra, otra de apertura internacional, la más importante de desarrollo económico y, finalmente, el tardofranquismo, en el que existieron numerosas movilizaciones para ampliar [sic] las libertades políticas". Como si ya existieran durante la dictadura.

El propio conseller Blasco, militante a principios de los setenta en el PCE (M-L) y el FRAP y encarcelado por sus convicciones izquierdistas, puede dar fe del panorama poco proclive a la libertad.

Resulta también sorprendente, además del contenido, que el siglo XX se liquide en apenas nueve párrafos. No se valencianiza la Transición -salvo Milans del Bosch en el 23-F, después de referirse a ETA y los Grapo- y se cita de forma aséptica a los presidentes de la Generalitat Joan Lerma, Eduardo Zaplana, José Luis Olivas y Francisco Camps. El texto no alude a los presidentes del Consell preautonómico, Enrique Monsonís y Josep Lluís Albiñana.