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En ausencia prolongada del presidente Camps y al ritmo que marca el "ideólogo anticrisis" Rafael Blasco, los dirigentes del PP y del Consell afrontaron ayer la segunda estación del "via crucis" de Gürtel bajo el mismo guión de "no hay nada nuevo" y "ningún dirigente está imputado".

De la alcaldesa de Valencia al de Castelló -porque la de Alicante no ha dicho ni pío-, pasando por consellers y altos cargos del partido y de la Generalitat, los dirigentes populares se aplicaron ayer a un nuevo intento de minimizar los efectos del sumario del caso Gürtel y quitar importancia a los regalos de El Bigotes a ocho consellers, Camps y la familia del presidente. Eso sí, también hubo matices, como los del vicepresidente Gerardo Camps -"cada uno se manifiesta como considera oportuno sobre la conveniencia o no de recibir regalos de este tipo"- y el presidente provincial de Alicante, José Joaquín Ripoll, que no se pronunció sobre el fondo del asunto y se limitó a pedir que la Justicia actúe cuanto antes.

Con los titulares recientes sobre posible financiación ilegal del PP autonómico y los regalos por doquier de El Bigotes, Blasco madrugó para dejar clara la consigna desde primera hora: "El caso Gürtel no existe en la Comunitat Valenciana, ya que no hay ni un solo imputado", declaró en la Cope a escala nacional, antes de calificar de "montaje", "campaña" o "juicio paralelo" la denuncia de financiación ilegal al PP valenciano por parte del PSOE. Eso sí, preguntado por los supuestos regalos recibidos por cargos del PP, Blasco declaró que "el peso de la ley debe caer sobre aquellos que hayan recibido algún regalo como contraprestación a algún favor".

La "anécdota" de los obsequios

Mientras en Castelló, el conseller de Economía Gerardo Camps -uno de los pocos que no figuran en la lista de beneficiarios de los detalles de El Bigotes- sostuvo que "eso, en todo caso, estaría en el terreno de la anécdota" y aseguró que él se queda "con lo principal, que es nada de nada de financiación ilegal y nada de nada de imputaciones a miembros de mi partido y a miembros del Gobierno de la Generalitat". El vicepresidente económico añadió que "cada uno se manifiesta, como ya lo han hecho en muchísimas ocasiones, respecto a la conveniencia o no de recibir regalos de ese tipo. Todos los partidos tenemos los códigos éticos, los cumplimos".

En el mismo acto, aunque algo más incómodo, el alcalde de Castelló, Alberto Fabra, defendió que sus "compañeros que están o en el gobierno o en otras responsabilidades públicas, se dedican a trabajar por y para los ciudadanos". "Qué pesadito está usted con los regalitos, qué pesadito", le espetó el primer edil castellonense a un periodista cuando se le preguntó sobre esta cuestión.

Frente a la consigna oficial dictada por el portavoz parlamentario, Ripoll optó de nuevo por una línea propia y destacó que aún es "pronto" para efectuar una valoración sobre el contenido del sumario desvelado por el Tribunal Superior de Madrid.

Sin entrar en el fondo del asunto, el presidente de la Diputación Provincial de Alicante pidió a la Justicia que actúe "con la mayor rapidez" porque "la Justicia lenta es injusticia".