Si el año pasado la marcha estuvo protagonizada por las camisetas con el lema "Wanted Camps" popularizadas por la diputada de Compromís Mònica Oltra -ayer todavía se vieron algunas de ellas- en pleno estallido del escándalo Gürtel, la manifestación reivindicativa de este año tuvo como protagonistas simbólicos a los miembros de Salvem el Cabanyal.

Un aplauso continuo desde las aceras acompañó el paso de la pancarta del colectivo durante todo el trayecto. La ovación fue mayor todavía a la entrada en la plaza de la Reina, donde concluyó la manifestación.

Al margen de esto, la marcha transcurrió con el habitual tono festivo de las ediciones anteriores, al ritmo de timbales, dolçaines y grupos de samba. Tampoco faltaron los gritos a favor de la independencia y pancartas con lemas como "Visca el País Valencià, fora el mal Govern" o "Pels drets nacionals i socials del poble valencià". La censura de la exposición fotográfica de la Unió de Periodistes estuvo presente en algunas pancartas y varios carteles parodiaban a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, por la actuación municipal en el Cabanyal. Las tracas también pusieron ruido y color a la tarde.

Por lo demás, la manifestación transcurrió sin incidentes, salvo la colocación de una pancarta por parte de grupos de izquierda independentista en los andamios de un edificio en obras de la calle Pintor Sorolla.

Ayer, por otro lado, el despliegue de los cuerpos de seguridad fue mayor que en las últimas ediciones, ante el temor de que la coincidencia por la noche del concierto programado en el campus de Tarongers por los organizadores de la marcha del 25 d'Abril, con el homenaje a Adolf Hitler previsto también para ayer por parte de un grupo neonazi provocase algún altercado. Al cierre de esta edición el acto ultraderechista anunciado en internet no se había producido. J. L. G./V. X. C.valencia