Miles de personas se manifestaron ayer en Valencia -50.000 según la organización; 2.300, según la Policía local- para exigir un "cambio de rumbo" en la gestión del Consell. Un grito multitudinario -"Ja n'hi ha prou!", era el lema de este año- que hicieron extensivo a la política del PP en el Cabanyal, pero también a la política lingüística, a la gestión del territorio, a la situación de los servicios sociales, a los medios de comunicación públicos o a las sospechas de presunta corrupción.

La marcha reivindicativa del 25 d'Abril, convocada tradicionalmente por Acció Cultural del País Valencià (ACPV), contó este año con un llamamiento unitario de sindicatos -UGT, CC OO, Intersindical-, grupos ecologistas como Xúquer Viu, entidades en defensa de la ley de Dependencia o colectivos como Salvem el Cabanyal y No a la Corrupció, entre otros.

El manifiesto, que este año leyó el actor Toni Agustí -el colectivo también está en pie de guerra por los recortes de apoyos públicos al sector teatral-, reivindicó "las instituciones, la lengua y la cultura propia" de los valencianos. Aunque también se criticó "el uso político del agua y del territorio, la corrupción, un modelo económico que ha agravado la crisis, la censura y la erosión de los derechos sociales". "Una situación de excepcionalidad", resumió.

Antes del inicio de la marcha, los representantes políticos y sociales destacaron la "unidad" de las entidades en la marcha de este año como "alternativa" a la "indefensión" generada por los gobiernos del PP, denunció Maribel Doménech, portavoz de Salvem el Cabanyal. Muy crítico también se mostró Paco Sanz, de Xúquer Viu, quien pidió el "fin de las políticas irracionales, demagogia y de enfrentamiento territorial" en materia de agua. Eliseu Climent, presidente de Acció Cultural, destacó la necesidad de "detener la degradación del territorio" y denunciar la situación de "degradación ética" en la política valenciana, opinó.

Por el lado de los políticos, la diputada y coordinadora general de EU, Marga Sanz, exigió al jefe del Consell, Francisco Camps, que "intervenga" ante la crisis y denunció la "nefasta situación social" de la Comunitat, con 600.000 parados. Por su parte, la diputada de Compromís Mònica Oltra destacó que el "Ja n'hi ha prou!" de la marcha es un grito contra la "podredumbre del Gobierno de Camps". Y advirtió de que "existe una alternativa" para paliar los efectos de la crisis, que pasa por "reforzar el tejido productivo - y no el especulativo- y el sector público".