Quince meses después de que el Consell de Francisco Camps aprobara el Plan de Apoyo a la Inversión en los Municipios dentro del Plan Confianza -un fondo local para obras por valor de 1.020 millones a realizar entre 2009 y 2010-, esta medida, más que generar "confianza", se ha convertido en una cuestión de fe.

La mayoría de obras, sobre todo las más importantes, sufren un retraso de gran importancia fruto de las dificultades de la tesorería del Consell. Sólo un dato refleja la lentitud con la que se despliega este ambicioso proyecto: hoy por hoy sólo se ha pagado a los ayuntamientos 134 millones de un fondo que dentro de un año debería tener terminadas y pagadas obras por valor de 1.020 millones. En términos relativos, supone un 13% del total, según los datos que facilitó la Generalitat en el último balance. Y aunque el pago llega con retraso a los ayuntamientos, que se encargan de tramitar muchas obras, el ritmo de ejecución no es mucho mayor.

Porque lo cierto es que pese a la avalancha de actos informativos y la sobrecarga de comunicados de prensa, la realidad del desarrollo del plan está completamente condicionada por los problemas económicos de la Generalitat.

Y la mejor prueba de la parálisis del plan Camps se observa en las tres grandes capitales de la Comunitat Valenciana. Ni en Valencia, ni en Alicante, ni en Castelló existe todavía una gran obra que "vender", hasta el punto de que en el dossier que se repartió en el acto del Plan Confianza celebrado en el Palau el pasado día 13 de abril, las imágenes que lo ilustraban eran recreaciones virtuales.

En Valencia ciudad, por ejemplo, hace unos días salió a concurso el primer gran proyecto: un pabellón en Malilla con un importe de 9 millones de euros y financiado por el Consell Valencià de l'Esport (CVE). En la capital se han presentado 76 proyectos por valor de 163 millones.

Algo parecido ocurre en Alicante. Allí hay 23 obras aceptadas con un importe total de 67 millones de euros. Uno de los proyectos más ambiciosos para la ciudad dentro del plan Confianza son las obras de urbanización del acceso sur de Alicante. El proyecto, por valor de 8 millones, aún se encuentra en fase de concurso.

Y la situación no es mejor en Castelló. En la capital no se ha ejecutado ninguno de los 12 proyectos por valor de 36 millones que hay aprobados. Y las primeras obras que se pondrán en marcha no arrancarán hasta junio. Se trata de la ronda oeste, que la Conselleria de Infraestructuras ha adjudicado por más de 18 millones. Una obra, por otro lado, que viene a cerrar la circunvalación y que era reivindicada e incluida desde hace años en los presupuestos de la Generalitat Valenciana sin que se llevara a término.

"89 obras terminadas"

Ante esta situación de parálisis generalizada y con la mayoría de consellerias avanzando a paso de tortuga en los proyectos que le corresponden, una parte importante de la actividad la está asumiendo la Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía, que se encarga de las obras en municipios de menos de 10.000 habitantes. Sólo en estos casos -siempre con proyectos de inversión menores-, el Consell puede presumir de mejores cifras de ejecución. Ayer mismo, el departamento que dirige Rafael Blasco emitió un comunicado señalando que ya "están completamente finalizados" 89 proyectos. Eso supone aproximadamente un 18% de las 500 obras que dependen de Solidaridad y Ciudadanía.

Además, las mismas fuentes señalaron que 279 de los proyectos que dependen de esta conselleria ya están en ejecución. La semana pasada se adjudicaron 3 obras que suman 610.00 euros, apuntaron.