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Cáritas está renovando los contenedores que tiene para evitar robos y accidentes como el que le costó la vida a un mendigo en Valencia a principios de año. La víctima, un joven esloveno de 24 años, se metió en el depósito de ropa para intentar robar algunas prendas. El accidente ocurrió cuando el joven se coló por el hueco por el que caen al interior del contenedor las prendas que arrojan los ciudadanos.

El sistema del contenedor del accidente se acciona por medio de una palanca, con la que se desplaza hacia arriba la estructura metálica que se desliza sobre un semicilindro fijo. Cuando la palanca está a media altura, se genera un hueco estrecho pero lo suficientemente amplio como para que entre una persona de complexión delgada.

El suceso ocurrió en una pequeña plaza en la confluencia de las calles Vicente Zaragozá y Dolores Marques en el barrio de Benimaclet. Los vecinos denunciaron que temían que ocurriera un accidente porque todos los días se metían niños en el contenedor.

Fuentes de Cáritas explicaron que todavía quedan contenedores antiguos, pero incidieron en que están en proceso de renovación para que no vuelvan a ocurrir más accidentes. En cualquier caso, los fabricantes de depósitos advierten de que es muy difícil "garantizar al cien por cien" que no se van a producir más accidentes porque los recipientes no están pensados para que la gente se meta dentro.