Antes del siglo XVIII ya se crearon vínculos entre Valencia y Malta, relacionados por supuesto con el dominio de la Corona de Aragón y los caballeros hospitalarios. En 1283, Roger de Lauria puso Malta a disposición de la corona tras derrotar a una flota francesa al mando de Carlos de Anjou en las inmediaciones del archipiélago. Desde entonces, valencianos, catalanes y aragones empezaron a mantener relaciones comerciales y de gobierno con las islas, dejando para la posteridad algunos giros lingüísticos, palacios y albergues y ricas influencias gastronómicas. En 1530 Carlos I dejó las islas en arriendo continuo, a cambio de un halcón al año, a los Caballeros Hospitalarios, que habían sido expulsados de Rodas en 1522. Varios de los maestres de la orden fueron valencianos y mallorquines.